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En el asesinato de los hermanos Jorge y Andrés Tirado Díaz de León, así como de su tío José Luis González Alcalá, las autoridades ministeriales señalan que la principal sospechosa del triple homicidio es la enfermera de un miembro de la familia, ya que al parecer la mujer se quería quedar con el inmueble de Medellín 113, colonia Roma Norte, lugar en el que fueron encontrados los cuerpos de los hermanos Tirado y de su tío, la cual era propiedad de un hermano de Margarita María Ochoa Almada, esposa de José Luis.
La continuar con las investigaciones, la procuraduría capitalina estableció que la mujer planeo todo, ya que ella se encargó de cuidar al hermano de Margarita. Blanca Hilda “N”, quien se mudó a vivir en un departamento localizado en la planta baja de la casa y partes del acuerdo era que la residencia en el mismo lugar formaba parte de su salario y prestaciones.
Se sabe que la mujer llevó a vivir ahí a su hija Sally y su yerno Azuher. Los tres están detenidos y sujetos a investigación desde el día de ayer, de acuerdo con el Secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch.
El asunto se complicó cuando la persona a la que cuidaba la enfermera murió y ellos no quisieran salirse del departamento alegando que era concubina del fallecido, sin que lo pudiera acreditar.
José Luis González Alcalá y su esposa Margarita Ochoa acordaron mudarse a la propiedad de su hermano, con el propósito de comenzar todos los trámites para la regularización y venta de dicha propiedad, e invitaron a sus sobrinos Jorge y Andrés Tirado para que les hicieran compañía. Ambos aceptaron y llevaban poco tiempo viviendo en la colonia Roma.
Los dos jóvenes fueron torturados y asesinados y Margarita vivió, pero solo para presionarla y obligarla a firmar la entrega de la casa ubicada en Medellín 113. La desaparición fue reportada por amigos y familiares de los hermanos Tirado el pasado 16 de diciembre, fecha en la que se perdió el contacto con ellos y con sus tíos.
El macabro hallazgo se dio luego que un familiar acudió al domicilio pero la enfermera y su familia no le dejaron parar, ni siquiera para ver a la adulta mayor que estaba resguardada, por lo que pidió a la Fiscalía de Investigación Territorial en Cuauhtémoc, donde presentó una denuncia por el delito de despojo.
La Fiscalía capitalina pudo ingresar al domicilio donde localizó los cuerpos de las tres víctimas, así como a la señora Margarita María Ochoa Almada privada de su libertad.
