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Jaime Luis A., alias “El Pozolero” y/o “El 666”, quien habría matado a 100 personas para el Cártel Jalisco Nueva Generación en el Estado de México, inventó un método para desaparecer cadáveres, comprimiéndolos en pequeños empaques, para luego esconderlos bajo el suelo de inmuebles.
De acuerdo a información de diario del narco, Jaime, quien fue detenido el 10 de diciembre y tres miembros más de su banda, en un operativo encabezado por la Fiscalía Regional de Ixtapan de la Sal, encabezada por Elohim Díaz Jiménez, en coordinación con la Policía estatal y Fuerzas Armadas.
En los operativos se catearon tres inmuebles como parte de las pesquisas contra el “Pozolero 666”, en los municipios de Toluca, Chapultepec y Tenango del Valle, este último una bodega donde la Fiscalía Regional de Ixtapan de la Sal rescató los restos de 42 personas.
Ahí es donde se dieron cuenta las autoridades que el presunto homicida tenia un nuevo método para desaparecer los cuerpos, pues luego de secuestrarlas, torturarlas y asesinarlas, las descuartizaba con ayuda de sus compinches.
Posteriormente las empaquetaban con plástico y cinta, comprimiendo los cuerpos al tamaño de una almohada y luego excavaban bajo el piso para realizar una fosa, y a partir de ella cavaban túneles donde escondían los paquetes con restos humanos.
Los paquetes además eran rociados con cloro y creolina, para ocultar los olores de la descomposición.
