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En un estudio realizado con estudiantes adolescentes del municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México, pudo observarse el incremento en el consumo de contenidos digitales en la búsqueda de formas para solucionar conflictos, sobre todo en el contexto del confinamiento por la pandemia por COVD-19; sin embargo, la información muchas veces resultó poco confiable.
Jessica Martínez Herrera y Marco Antonio Guzmán Garnica, estudiantes de la Maestría en Diseño, Información y Comunicación (MADIC) de la Unidad Cuajimalpa, trabajaron en el diseño de una experiencia de usuario basada en la interacción para el aprendizaje. De su investigación derivó el desarrollo de una página web a la que denominaron Vivir el conflicto, una mediación interactiva para la resolución de conflictos familiares con perspectiva de género basada en los ejes de la Educación Sexual Integral (ESI).
Esta solución se constituye de tres partes: un emulador de toma de decisiones para el estímulo del aprendizaje; contenido instruccional descargable que brinda información verificada, y vínculos con una unidad especializada. Este entorno virtual para el aprendizaje es un primer paso para la construcción de soluciones basadas en la experiencia de usuario en entornos digitales y la enseñanza de la ESI.
La Educación Sexual Integral es una perspectiva innovadora en la formación enfocada en el desarrollo psicoemocional de las personas como un derecho de niños y adolescentes. La ESI se estructura en siete ejes basados en el respeto de los derechos humanos: el género y la salud sexual y reproductiva son los principales, de los cuáles se desprenden otros cinco, perspectiva de género, diversidad, afectividad, derechos y el cuidado del cuerpo.
En el trayecto de su investigación, los maestrantes crearon un cuadro metodológico para sistematizar sus indagaciones y dar estructura a su trabajo. Su objeto de estudio es la interacción para el aprendizaje de herramientas de comunicación para la resolución de conflictos familiares en el marco de la ESI como modelo de innovación, sobre todo en los entornos virtuales.
En su examen de grado, los estudiantes explicaron que su proyecto se centró en la vivencia del confinamiento por COVID-19 –ya que fue un fenómeno que impactó en las dinámicas de enseñanza– para comprender los procesos de consumo informativo e identificar los medios de comunicación de mayor penetración que consumían los adolescentes, las principales autoridades pedagógicas que intervienen en los medios digitales y la información pedagógica que caracteriza la experiencia del usuario.
A pesar de que los manuales de la ESI se imparten en preescolar, primaria y secundaria, más de 45 por ciento de la población objeto de estudio no satisface sus necesidades de conocimiento y busca informarse sobre relaciones sexuales en entornos digitales, porque ello les permite el anonimato. En su estudio de campo, los maestrantes observaron que los profesores no tienen una estrategia de enseñanza sobre dichos manuales.