Lev Davídovich Bronstein, más conocido como Lev Trotski, fue un político y revolucionario ruso de origen judío y aunque inicialmente simpatizó con los mencheviques y tuvo disputas ideológicas y personales con el líder bolchevique, Vladímir Lenin, Trotski fue uno de los organizadores clave de la Revolución de Octubre, que permitió a los bolcheviques tomar el poder en noviembre de 1917 en Rusia. Durante la guerra civil subsiguiente, desempeñó el cargo de comisario de asuntos militares.
Negoció la retirada de Rusia de la Primera Guerra Mundial mediante la Paz de Brest-Litovsk. Tuvo a su cargo la creación del Ejército Rojo que consolidaría definitivamente los logros revolucionarios venciendo a un pobre apoyo de ejércitos extranjeros y a los ejércitos blancos durante la guerra civil rusa; apoyó al Terror Rojo y fue condecorado con la Orden de la Bandera Roja.
Trotski llegó a México, tras una serie de gestiones realizadas principalmente por el pintor mexicano Diego Rivera y Octavio Fernández Vilchis ante el presidente Lázaro Cárdenas, quien en 1936 le concedió el asilo político. A su llegada el 9 de enero de 1937, Trotski fue recibido en el puerto de Tampico por la pintora mexicana Frida Kahlo.
En 1939 y con el agravamiento de la crisis europea, el tono de las críticas de Trotski se volvió cada vez más radical, lo que se reflejó en su última obra, que dejó inacabada, una biografía de Stalin, en ocasiones errónea y fantasiosa.
Trotski sufrió dos atentados, el primero de ellos ocurrido en mayo de 1940. Durante la madrugada del día del atentado, un comando de veinte hombres armados comandados por Leopoldo Arenal Bastar, su hermano Luis Arenal Bastar, y su cuñado el pintor David Alfaro Siqueiros, logró penetrar a la casa con la complicidad de Robert Sheldon Hart, un guardaespaldas de Trotski que era un agente doble.
Los intrusos dispararon cerca de 400 tiros con armas de grueso calibre. El propio Siqueiros disparó contra el lecho donde supuestamente dormían Trotski y su esposa Natalia Sedova, sin lograr asesinarlos, pues lograron resguardarse junto a una pared, al lado de su cama. Los guardias de Trotski repelieron a los intrusos y estos tuvieron que huir sin lograr su cometido.
Stalin había dado la orden de asesinar a Trotski. Kótov, agente de la NKVD encargado de las operaciones contra este en México, se valió de dos comunistas españoles, Caridad Mercader y Ramón Mercader (madre e hijo), para llevar a cabo el plan.
La tarde del asesinato, Trotski se encontraba trabajando en su despacho cuando Mercader apareció con mal aspecto alrededor de las 17:20. A pesar de quejarse de sed, llevaba sombrero y portaba un abrigo. Solicitó ver a Trotski para mostrarle un artículo. Con este pretexto subió al despacho y, mientras este se hallaba sentado, se acercó a él por la espalda y le clavó salvajemente en la cabeza un piolet que extrajo de un bolsillo del abrigo.
El grito de Trotski se oyó en toda la casa; sus custodios acudieron rápidamente pero no se pudo hacer nada. Trotski logró derribar a su asaltante, salir de la habitación y comunicar a su esposa la identidad del asaltante antes de caer desvanecido. Cayó en coma y falleció al día siguiente, el 21 de agosto de 1940, en el Puesto Central de Socorros de la Cruz Verde.
Asesino de León Trotski, condecorado como Héroe de la Unión Soviética.
Vistas: 81