Los perros, al igual que los seres humanos, son propensos a padecer cambios de clima, y la temporada de lluvias puede traer consigo algunos desafíos para su salud y bienestar. Es importante estar pendientes de nuestros animales de compañía y tomar medidas para protegerlos durante estos días húmedos. En esta nota te presentamos diez recomendaciones fundamentales para cuidar a tu perro en temporada de lluvia.
Sensibilidad cutánea. Cada perro tiene una piel única que puede responder de manera diferente a los cambios climáticos, incluyendo las lluvias. Es importante que observes detenidamente la condición de su piel y consultes con un veterinario para determinar si es propenso a problemas dermatológicos durante esta temporada. Conociendo su sensibilidad cutánea, podrás brindarle el cuidado adecuado.
Productos especializados. Durante la temporada de lluvias, es recomendable utilizar productos diseñados específicamente para el cuidado de la piel de tu perro. Busca champús y acondicionadores que contengan ingredientes suaves y nutritivos para mantener su pelaje sano y protegido.
Evita paseos bajo la lluvia intensa: Durante los momentos de lluvia intensa, es mejor mantener a tu perro en casa y evitar que se exponga a charcos y agua estancada. Estos lugares suelen albergar bacterias que pueden causar infecciones y enfermedades en tu mascota.
Nutrición adecuada. La alimentación juega un papel crucial en la salud de tu perro. Verifica si el alimento que le proporcionas contiene nutrientes esenciales como vitaminas del complejo B y ácidos grasos omega-3
Controla los signos de problemas relacionados con la humedad. Presta atención a signos como rascado excesivo, morder o lamer patas de forma constante, cambios en el tono de la piel, erupciones cutáneas y caída excesiva del pelo. Si notas alguno de estos signos, consulta a un veterinario para un diagnóstico adecuado y un tratamiento apropiado.
Proporciona un refugio seco. Si tu perro duerme en exteriores, asegúrate de brindarle un lugar seguro y seco donde su cama o cobijas no estén expuestas al agua y la humedad. Esto ayudará a prevenir problemas de salud relacionados con el frío y la humedad.
Procura que no beba agua de los charcos. Al beber de agua estancada y sucia, tu mascota puede adquirir bacterias que se pueden alojar rápidamente en sus riñones. Procura mantener su espacio seco y con agua suficiente en sus platos por si les da sed. Desparasítalos cada dos meses de preferencia para prevenir futuras complicaciones.
Protégelo de los truenos. Los truenos y relámpagos generan una situación de estrés para la mayoría de las mascotas. Su reacción los hace ponerse inquietos, ansiosos, y si se quedan solos en casa, pueden terminar rompiendo o mordiendo cosas porque es su manera de liberar el estrés.
