Uno de los 43 estudiantes de Ayotzinapa que desapareció la noche del 26 de septiembre de 2014, y que posteriormente fue hallado su cuerpo fue atacado, salió corriendo para huir y estando solo, fue capturado, torturado brutalmente, asesinado y su rostro desollado.
Esta es una de las consideraciones finales a las que llegó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) sobre el Caso Ayotzinapa, después de un año y medio de insistencia y ocho solicitudes formales de apertura y entrega de archivos
Al dar a conocer su último informe, relató que la documentación que la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) ha ocultado al Grupo después de un año y medio de insistencia y ocho solicitudes formales de apertura y entrega de archivos, es “vital y fundamental” para dar con el paradero de los normalistas desaparecidos, al menos de algunos de ellos
En particular, son los datos y análisis que resguarda el Centro de Fusión Regional e Inteligencia (CRFI), aseguraron Ángela Buitrago y Carlos Beristain, en su última presentación en México.
Añadieron que existe otra reserva de datos ocultados hasta ahora que están en manos de la Secretaría de Marina (Semar), en específico la Unidad de Inteligencia Naval que -apenas hace cinco días lo supieron- instalaron un puesto en Coatepec de los Costales (municipio de Teloloapan), donde “debe haber un monitoreo e información sobre el destino de los muchachos”.
Un estudiante de la Normal Rural Isidro Burgos habló a nombre de los padres de los 43 desparecidos, de sus compañeros y de los colectivos que buscan a sus seres queridos para advertir que “este movimiento no ha perdido fuerza, porque saber que se tienen pruebas suficientes para dar con el paradero de nuestros compañeros, pero que no se quiere avanzar, nos da la fortaleza necesaria para continuar”.
El estudiante también le recordó al presidente Andrés Manuel López Obrador que “le queda un año para cumplir la promesa de solución que nos hizo”, y que para septiembre del año próximo, cuando se cumplan los 10 años de la Noche de Iguala, ya habrá otro presidente electo en el país.
El sexto informe contiene información también reciente sobre el caso de la tortura y asesinato de Julio César Mondragón, uno de los tres estudiantes asesinados la noche del 26 de septiembre de 2014. Fue uno de los jóvenes que salió en los autobuses que circularon por la calle Juan N Álvarez y fueron detenidos cuando trataban de salir de la ciudad para regresar a su escuela.
Él estaba a las 10:30 de la noche en el momento en que otros estudiantes ofrecían una rueda de prensa. Cuando este lugar fue atacado, salió corriendo para huir y estando solo, fue capturado, torturado brutalmente, asesinado y su rostro desollado.
Una autopsia realizada después de su exhumación, demostró que casi no tenía ningún hueso sin fracturar.
A AMLO le queda un año para cumplir su promesa: padres de estudiantes desaparecidos
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