Desde las posadas, hasta el año nuevo y pasando por la Navidad, ninguna celebración decembrina se siente completa sin fuegos artificiales, ya sea que los estés viendo por toda la ciudad o encendiéndolos en casa. En este último escenario, es importante que tu familia y tú sean conscientes de los peligros que representan, y prevean cierta seguridad.
Los números cuentan una historia oscura: las lesiones por fuegos artificiales representaron más de 11,000 visitas a la sala de emergencias en 2021 tan solo en los Estados Unidos, según la Asociación Nacional de Protección contra Incendios de aquel país.
Estas lesiones son más comunes en adultos jóvenes entre 20 y 24 años de edad, pero el siguiente grupo con más lesiones es el de niños de 5 a 9 años, que representan una cuarta parte de todas las lesiones por fuegos artificiales.
La mitad de las visitas a la sala de emergencias relacionadas con fuegos artificiales en niños menores de 5 años son causadas por luces de bengala, algo que muchos padres pueden encontrar sorprendente.
«Se suele ver a las luces de bengala como una opción menos riesgosa, pero es importante reflexionar que éstas se queman a aproximadamente 1,000 °C», advierte el Dr. J. Finkelstein, director médico del departamento de emergencias del Hospital Houston Methodist. «Éstas pueden causar lesiones graves en la piel, a veces incluso una quemadura de tercer grado, en muy corto tiempo».
No se trata solo de las bengalas, por supuesto. Las lesiones por cohetes y petardos también son causa de visitas al hospital. El Dr. Finkelstein señala que, dadas las altas temperaturas y su naturaleza explosiva, cualquier fuego artificial puede causar daños graves e incluso la muerte.
Los sitios más comunes de lesiones son las extremidades: dedos de las manos, piernas, pies, manos y dedos de los pies, que representan el 35% de todos los accidentes por pirotecnia. Sin embargo, no es raro que los ojos, la cabeza y el cuello también se vean afectados.
«La mayoría de estas lesiones son quemaduras, pero también vemos laceraciones, moretones profundos y fracturas en los dedos, las manos y los pies», apunta el Dr. Finkelstein. «Y aunque son menos comunes, también es posible que se produzcan lesiones aún más graves, incapacitantes e incluso la muerte».
Las lesiones más severas pueden variar desde quemaduras de tercer grado hasta pérdida de la vista o de una extremidad. Los pirotécnicos comerciales de alta potencia también pueden causar lesiones en el pecho y conmociones cerebrales.
Dejando a un lado las lesiones corporales, los accidentes con fuegos artificiales también provocaron unos 12,000 incendios tan solo en los Estados Unidos en 2021 y representaron unos 60 millones de dólares en daños a la propiedad, según la Asociación Nacional de Protección contra Incendios.
Es mejor dejar los fuegos artificiales a los profesionales, pero si insistes en encenderlos tú mismo, el Dr. Finkelstein del Hospital Houston Methodist, enfatiza que las lesiones y los accidentes se pueden prevenir siguiendo algunos tips.