Las personas con seriefilia desencadenan una conducta compulsiva, tolerancia y síndrome de abstinencia.
La adicción comportamental altera el sistema de recompensa y afecta áreas del cerebro como el lóbulo temporal y el lóbulo frontal. El lóbulo frontal está relacionado con las emociones y la conducta, mientras el lóbulo temporal tiene relación con el estado de ánimo y la memoria.
En 2017, Netflix reveló que México tiene el mayor porcentaje de miembros que ve esta plataforma de streaming todos los días.
Son las cuatro de la mañana y todavía estás despierto. ¿La razón? ¡La serie está buenísima y no puedes dejar de verla! Siendo sinceros, ¿quién no se ha desvelado viendo un maratón de alguna serie, un anime, una telenovela o algún drama? O diciendo ¡Un capítulo más y me voy a dormir!
El acceso a internet, los dispositivos móviles, las redes sociales y las plataformas de streaming nos permiten acceder a contenidos de todo el mundo con un clic. Música, información, noticias y por supuesto, series están a nuestro alcance las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
¿El problema? Algunas conductas como el juego, las compras, el sexo, el ejercicio, el trabajo o mirar series de televisión pueden desencadenar adicciones comportamentales, también llamadas adicciones sin sustancia.
“Aunque la seriefilia o adicción a las series, no está reconocida en los manuales de psiquiatría como una adicción, comparte características con esa enfermedad, como la conducta compulsiva, la tolerancia y el síndrome de abstinencia”, explica la doctora Gabriela Orozco Calderón, jefa del Laboratorio de Psicobiología y Cognición Humana en la Facultad de Psicología de la UNAM.
Al principio, este comportamiento tiene un efecto agradable. Nos permite relajarnos y hay cambios en el cerebro: aumentan neurotransmisores como la dopamina, relacionada con la cognición, la motivación y la recompensa, los opioides relacionados con la euforia y la serotonina, que afecta nuestro estado de ánimo y comportamiento.
Con el paso del tiempo, una persona adicta si no está viendo constantemente “su serie” o no puede dedicarle mucho tiempo, comienza a sentirse ansioso, irritable y sufre de craving, es decir, experimenta un deseo intenso por verla.
Esta adicción hará que la persona deje de hacer y prestar atención a sus actividades escolares o laborales, olvidando responsabilidades y bajando su rendimiento.
El permanecer “enganchado” viendo series, tiene múltiples consecuencias en la vida diaria de la persona adicta: hay mala alimentación porque se prefiere comprar o preparar algo rápido para no perder el hilo a elaborar una comida bien equilibrada y nutritiva.
Se acentúa el sedentarismo y se dejan de hacer actividades que antes se hacían como salir con amigos o hacer ejercicio, ocasionando problemas cardíacos o de obesidad.
Además, los “maratones” ocasionan problemas en la higiene del sueño, alterando el organismo y sus funciones.
“Cuando nosotros estamos dormidos se llevan a cabo muchos procesos, hay síntesis de proteína, consolidación de la memoria y se elimina la información que no es necesaria. Es decir, cuando estamos dormidos nuestro cerebro está trabajando a otro nivel.
Cuando no dormimos, disminuye la concentración, la atención, el aprendizaje y los puntajes neuropsicológicos. Hay más errores en conductas que requieren exactitud y en algunos casos pueden llegar a presentarse alucinaciones”, agrega la especialista.