Primero fue Ecuador, donde el narcotráfico desafió al gobierno y este a su vez le declaró la guerra suspendiendo garantías ciudadanas. Ahora es Papúa Nueva Guinea, donde el primer ministro James Marape, declaró estado de emergencia en su país ante los disturbios en varias ciudades que han causado la muerte de al menos dieciséis personas.
De acuerdo a la agencia EFE Marape anunció que la medida se mantendrá inicialmente durante catorce días y que mil efectivos del Ejército se encuentran a la espera de ser convocados si se produce una escalada de violencia.
También el medio australiano ABC, reveló que nueve personas han fallecido en la capital, Port Moresby, mientras otras siete han muerto en Lae, la segunda mayor ciudad de Papúa Nueva Guinea, de acuerdo con las cifras oficiales.
Los disturbios comenzaron después de que una protesta pacífica convocada el miércoles por la Policía y otros efectivos de seguridad por el recorte de sus salarios y el de otros funcionarios tornara en violenta al ser aprovechada por otros ciudadanos para realizar saqueos y provocar incendios en la capital y en otras urbes.
Mientras que en redes sociales se muestran almacenes envueltos en llamas y multitudes participando en saqueos, que se han expandido a otras regiones y se prolongaron hasta altas horas de la madrugada del jueves.
El periódico local Post-Courier señala que antes de los disturbios, unos 200 policías, oficiales del Ejército y los servicios penitenciarios convocaron una huelga y entraron en el Parlamento el miércoles de manera pacífica para protestar por la subida a los salarios de los funcionarios, que ha provocado un recorte en los mismos.
Por su parte Marape y su gabinete afirmaron que la reducción salarial no fue deliberada y que se debió a un fallo técnico, y aseguraron que los funcionarios serían reembolsados, por lo que pidió a la población en un acto público que no «salga a la calle» y subrayó que es imperativo que el país recupere la seguridad, tras autorizar la víspera al Ejército a participar para «restaurar» el orden.
Papúa Nueva Guinea, oficialmente denominado Estado Independiente de Papúa Nueva Guinea es un país soberano de Oceanía que ocupa la mitad oriental de la isla de Nueva Guinea y una numerosa cantidad de islas situadas alrededor de esta.
La otra mitad de la isla pertenece a Indonesia, y se compone de la región denominada Nueva Guinea Occidental. Papúa Nueva Guinea está al norte de Australia, al oeste de las Islas Salomón y al suroeste del océano Pacífico, en una región definida desde inicios del siglo xix como Melanesia.
A nivel nacional, después de ser gobernada por tres potencias extranjeras desde 1884, Papúa Nueva Guinea estableció su soberanía en 1975. Esto siguió a casi sesenta años de administración australiana, que comenzó durante la Primera Guerra Mundial.
Se convirtió en una monarquía en la Mancomunidad de Naciones en 1975 bajo el reinado de Isabel II. También se convirtió en miembro de la Mancomunidad de Naciones por derecho propio. Su sistema de gobierno es la monarquía parlamentaria, el territorio está organizado en veintidós provincias y su capital y ciudad más poblada es Puerto Moresby.