Los avances jurídicos en favor de las personas no binarias han sido escasos, aunque resultado de una intensa lucha, según expresó Sonia Venegas Álvarez, secretaria general de la Facultad de Derecho de la UNAM.
Dichos avances, en su mayoría administrativos, incluyen el reconocimiento de la identidad no binaria en la credencial para votar de México. Aparte de las opciones de hombre y mujer, se ha añadido una casilla ‘X’ para esta identidad, comentó Venegas Álvarez, quien también es representante de la Comisión Interna para la Igualdad de Género en la misma facultad.
México se distingue también por ser uno de los dieciséis países a nivel mundial que admite la identificación de personas no binarias en sus pasaportes, añadió la especialista.
Incluso en la cédula de identidad fiscal se ofrece una opción para las personas no binarias. Aquellas que decidan cambiar de género pueden solicitar una modificación de su identidad en todo el Servicio de Administración Tributaria, manteniendo su historial fiscal intacto.
Los partidos políticos deben incluir candidatos de la comunidad LGBTTTIQ y personas con discapacidad, observando la paridad de género en sus distintas modalidades: horizontal (en el registro de candidaturas), vertical (en la postulación de candidatos para alcaldías y otros cargos municipales, alternando entre una mujer y un hombre) y de alternancia.
En el caso de las personas trans, se reconoce el género con el que se identifiquen. La postulación de personas no binarias no se encasilla en un género específico, pero se ajusta el porcentaje para no transgredir el principio de paridad. Por ende, si un candidato se identifica como no binario, su suplente debe ser masculino o femenino.
En México, Jesús Ociel Baena Saucedo, de 38 años, fue el primer magistrado no binario. Él promovió acciones a favor de las personas no binarias y de la comunidad LGBTTTIQ, empezando por el lenguaje inclusivo.
Lamentablemente, el magistrado enfrentó agresiones y amenazas antes de su fallecimiento. Fue trágico perderlo cuando estaba abriendo caminos y rompiendo estereotipos en México, enfatizó la especialista. Es crucial dar visibilidad al activismo que llevó a cabo.
“Tras su muerte, se han escuchado comentarios homofóbicos, por lo que la lucha debe continuar”.
Actualmente, se debate si las personas no binarias deberían ser consideradas parte de la comunidad LGBTTTIQ y si requieren una categoría jurídica distinta. Ha habido discusiones en torno al sexo y la identidad de género, que son conceptos distintos y a menudo confundidos. Por esta razón a la comunidad no binaria le ha costado visibilizarse.
“Reconocer a las personas no binarias y sus derechos es como darles una nueva vida”.
