El Pleno de la Cámara de Diputados abrió la puerta para que una mujer pueda acceder al cargo más alto en las fuerzas armadas de México, ser secretaria de la Defensa Nacional, algo que nunca en la historia de nuestro país ha ocurrido.
Se aprobó por unanimidad con 431 votos, una reforma para que una mujer pueda encabezar
la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el dictamen pasa a la Cámara de Senadores, para su análisis y eventual aprobación. La legislación actual destaca que la titularidad de la Sedena debe estar a cargo de un hombre.
Ello con el fin de incorporar un lenguaje inclusivo, establecer que el alto mando del Ejército y Fuerza Aérea lo ejercerá “la persona titular de la Secretaría de la Defensa Nacional” e incluir “la General Secretaria o Secretario”.
El documento, remitido al Senado de la Republica para sus efectos constitucionales, señala que esta reforma promueve la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres militares que integran el instituto armado y, con ello, se logra hacer efectivo el principio de equidad de género y se abre la posibilidad que en un futuro una mujer sea la titular de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Destaca la importancia de la modificación a la ley, pues se da un mayor impulso para que una mujer pueda encabezar al Ejército nacional y se les dota de las herramientas legales para que esto suceda a corto plazo.
Se asegura la igualdad de las personas servidoras públicas de dicha dependencia federal en la participación plena y efectiva de las mujeres y su oportunidad de ocupar cargos de alto nivel en la Administración Pública Federal, enfatiza.
El promovente de la reforma, diputado Carlos Madrazo Limón (PAN), resaltó que las mujeres han participado heroica y activamente en las Fuerzas Armadas, y “desde 1934 fue dada de alta de manera oficial por primera vez una mujer en el servicio activo de nuestro Ejército y esa fue como afanadora de primera en la intendencia general”. Precisó que hasta 1994 fue cuando se otorgó por primera vez el grado de general brigadier en activo a una mujer en la especialidad de cirujano dentista.
Estimó que se debe cuidar y reconocer su labor en las Fuerzas Armadas, así como alentar su modernización y fortalecimiento, “y parte de ello significa que la Secretaría de la Defensa Nacional pueda ser encabezada por una mujer o un hombre, sin que importe su género”.
Consideró que la igualdad de género en las Fuerzas Armadas es fundamental para la coherencia y eficacia de las mismas. La inclusión de las mujeres permite aprovechar al máximo el talento y la capacidad de todas las personas, independientemente de su género.
“Y que ellas puedan acceder a posiciones de mando a cualquier nivel, permite a las Fuerzas Armadas reflejar mejor la sociedad en la que viven y sirven”. Además, su inclusión les ayuda a ejercer sus derechos y participar en la vida pública de manera igual que los hombres.