De acuerdo a la agencia de noticias EFE, las innovadoras metodologías de estudio han permitido descifrar los llamados papiros de Herculano (más de mil 800 papiros encontrados en las ruinas de la villa de Herculano, en Italia) en los que viene escrito el lugar donde se encuentra la tumba de Platón.
En la nota de la agencia se señala que estos escritos fueron hallados medio carbonizados en la ciudad cercana a Pompeya tras la erupción del Vesubio el año 79 d. C., y han permitido conocer el lugar exacto donde reposan los restos de este filósofo griego.
Platón está enterrado en la zona privada de un jardín ubicado en Atenas (Grecia), un espacio destinado a la escuela platónica, cerca del llamado Museion o sacellum consagrado a las Musas.
Así lo reveló el papirólogo Graziano Ranocchia de la Universidad de Pisa al presentar los resultados a medio plazo del proyecto de investigación «Escuelas griegas» realizado con el Consejo Nacional de Investigación italiana (CNR) en la Biblioteca Nacional de Nápoles.
El hallazgo se encuentra en las cerca de mil palabras, correspondientes al 30 % del texto, que se pudieron descifrar de una parte de los papiros carbonizados de Herculano, que contiene la Historia de la Academia de Filodemo de Gadara.
Estos nuevos descubrimientos fueron posibles a sistemas de última generación, como rayos X, tomografía, imágenes infrarrojas y microscopía digital de alta resolución, que sirven a descifrar los papiros carbonizados sin manipularlos.
Platón, quien se convirtió en el maestro de Aristóteles gracias a las enseñanzas de Sócrates, es un referente de la filosofía idealista por excelencia.
El platonismo era una corriente de pensamiento muy espiritual y no le daba relevancia a la realidad o lo terrenal.
Sobre la vida del filósofo también se explicó que fue vendido como esclavo en la isla de Egina quizás ya en el 404 a.C., cuando los espartanos conquistaron la isla o, alternativamente, en el 399 a.C., inmediatamente después de la muerte de Sócrates y hasta ahora se creía que Platón había sido vendido como esclavo en el año 387 a.C. durante su estancia en Sicilia en la corte de Dionisio I de Siracusa.