La impunidad continúa porque los agresores cuentan con que no habrá consecuencias.
Ante las agresiones de las cuales son objeto integrantes de la comunidad LGBTIQ+ en cualquier parte del orbe, incluido nuestro país, el concepto de homofobia debe considerarse rebasado, porque queda corto ante la magnitud de algunos casos que incluso conllevan la vida de por medio, así lo planteó Joel Gustavo Ramírez Rodríguez de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS).
Al dictar la conferencia Entre fobias, sexos y saltos conceptuales, como parte del Mes del Orgullo en la ENTS, el también maestrante en Trabajo Social por la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina, convocó a autoridades, académicos y a la sociedad a analizar la magnitud real de estos atentados, que calificó de “genocidas”, debido a que no se trata sólo de un crimen de odio, mucho menos de intolerancia, sino de exterminio.
En videoconferencia desde La Plata, Argentina, el exintegrante de la Dirección General de Derechos Humanos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), manifestó que debe visibilizarse e incluso impulsarse en las agendas y en los códigos penales el concepto de exterminio sobre las agresiones a integrantes de la comunidad LGBTIQ+, “porque ya no se trata de intolerancia, sino ahora se ha convertido en ataques conscientes y dirigidos”.
Como ejemplo de estas acciones, el recipiendario del Reconocimiento como Egresado Destacado ENTS-UNAM 2021 citó el caso de la masacre de la discoteca gay Pulse de Orlando, Florida, ocurrida el 12 de junio de 2016, en donde 49 personas murieron y 53 resultaron heridas.
“Las personas fueron agredidas, todo por el simple hecho de estar en un espacio de reunión. Creo que hay un movimiento masivo que busca atacar o dejar sin rastro alguno toda manifestación no heterosexual. Algunos chicos se quedan totalmente solos y con sus redes sociales para encontrar su libertad y su revolución sexual”, dijo.
Por ello, abundó el especialista, tenemos que seguir exigiendo, como sociedad que el sistema tipifique lo genocida contra el movimiento.
“La impunidad continúa porque los agresores cuentan con esa consideración de que no habrá consecuencias, porque son ayudados incluso por sus propios familiares que los encubren, eso genera que estos eventos se repitan una y otra vez, porque el encubrimiento social es una de las causantes para que esto no se frene”, remarcó.