La Inteligencia Artificial (IA) se ha posicionado como un mecanismo de adquisición y creación de información que demanda en México generar reglas y leyes para el uso de estas tecnologías, sobre todo para la protección de datos personales, aseguran investigadores en el reportaje de la serie Pauta Metropolitana titulado Anatomía de la Inteligencia Artificial. Funcionamiento y consideraciones, realizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El trabajo audiovisual de UAM Videos, perteneciente a la Dirección de Comunicación Social, busca difundir las reflexiones de los integrantes de la comunidad universitaria sobre la relevancia social de este campo de la informática, desde su historia y funcionamiento, hasta el uso de “nuestros datos, al aceptar de modo inconsciente términos y condiciones sin leer las letras pequeñas en sitios cuando las grandes empresas te regalan un servicio”.
El doctor Santiago Negrete Yankelevich, docente del Departamento de Tecnologías de la Información de la Unidad Cuajimalpa, expresa que un problema serio es cómo se usa la información de la gente obtenida mediante un algoritmo.
“El punto es que el procesamiento se hace parcialmente en el mismo dispositivo apoyado de programas y sistemas que residen en otro lugar, en los servidores de las empresas, entonces los datos están viajando de un dispositivo de éstas como si fuera una aspiradora de datos, cuando deberían quedarse en el tuyo”, agrega el doctor Wulfrano Arturo Luna Ramírez, profesor del mismo Departamento.
En realidad, hay lugares físicos, edificios completos donde se guarda la información captada por corporaciones como Apple o Google, “por lo que considero un poco ingenuo pensar que estos grupos no usarán los registros que le estamos dando a la IA para que después nos los vendan de otra manera, siendo esa una de las características del capitalismo electrónico: el uso, reúso y venta de los datos”, precisa el doctor Santiago Alonso Palmas Pérez.
El investigador del Departamento de Estudios Culturales de la Unidad Lerma asegura que la tecnología no es políticamente neutra, “siempre acarrea por la forma en que está hecha nuestro modo de ver el mundo, sobre todo cuando las grandes compañías buscan cierto objetivo que priva en la IA que llamo hegemonía actual, donde la mercadotecnia es uno de los motores que la impulsa, siempre partiendo de quien le paga a ese programador por generar determinada implementación”, refiere Luna Ramírez.
En este video de 20 minutos, los investigadores plantean que como país lo primero que debería hacerse es saber cómo y para qué se hace la IA, “porque no contamos con los mismos métodos de producción que en otros lugares del mundo, además de que no existe un conglomerado tan grande para disputarle a las tecnologías el dominio del mercado, pero sí hay otros nichos de necesidad donde es posible incidir”.
foto: Gaceta CCH UNAM