La NASA ha identificado una extraña anomalía magnética conocida como la Anomalía del Atlántico Sur (AAS), que continúa creciendo desde Brasil, lo que provoca un debilitamiento de la zona, con un deterioro que ha aumentado un 7 por ciento en los últimos cuatro años.
De acuerdo a la Agencia Espacial (NASA), la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA) de Estados Unidos y el Centro Geográfico de Defensa (DGC) del Reino Unido han confirmado la creciente actividad de esta anomalía, la cual podría tener un impacto significativo en la humanidad.
La Anomalía del Atlántico Sur es una región donde el campo magnético terrestre es especialmente débil, toda vez que el planeta Tierra está protegido por un campo magnético que actúa como un escudo, repeliendo partículas solares y cósmicas, como la radiación cósmica y los vientos solares.
Se especifica que este campo magnético es crucial para mantener la estabilidad tecnológica y biológica en la superficie terrestre, por lo que la AAS se encuentra sobre el Atlántico Sur y abarca principalmente áreas de Brasil y regiones circundantes.
En esta región, la magnetosfera, que es la capa protectora creada por el campo magnético, permite el paso de más partículas peligrosas hacia la superficie.
La cadena de noticias CNN señala que un informe del gobierno estadounidense refiere que la anomalía se está profundizando y avanzando hacia el oeste, con un incremento aproximado del 5 por ciento en su actividad en los últimos años.
Esta área es especialmente peligrosa para los satélites, que son vitales para las comunicaciones globales, la navegación y la observación terrestre.
Cuando los satélites pasan por esta región, se ven expuestos a niveles de radiación significativamente más altos que en otras áreas del planeta.
Esta exposición puede causar daños graves a los componentes electrónicos de los satélites, obligándolos a entrar en modo de espera temporalmente para evitar daños permanentes.
Esta práctica de apagar componentes cruciales en los satélites puede interrumpir servicios esenciales y representa un riesgo constante para la infraestructura espacial.
Los posibles daños causados por la Anomalía del Atlántico Sur no se limitan a la tecnología en órbita.
La radiación excesiva en esta región también puede obstruir la propagación de ondas de radio, afectando las comunicaciones y la navegación terrestre.