El renacer de la lucha zapatista… Capitán Marcos corsario que vuelve a navegar en aguas turbias
El 1 de enero de 1994, desde las montañas el pueblo grito ¡basta¡ indígenas, hombres mujeres y niños, encabezados por un joven y bromista Sub comandante Marcos, se levantaron en armas para exigir al Estado Mexicano mejores condiciones de vida.
Como grandes lupas, los ojos de la comunidad internacional pusieron atención en la respuesta del gobierno, en ese momento encabezado por Ernesto Zedillo Ponce de León que, como en todos los regímenes, apuesta por que el olvido y la desmemoria solucionen todo.
Bajo su rostro tapado el Sub comandante Marcos, no era más que Rafael Sebastián Guillén Vicente, quien en mayo de 2014, adoptó el nombre de “Subcomandante Insurgente Galeano” y, a partir de octubre de 2023, se presentó como “Capitán Insurgente Marcos”, se fue desdibujando…. Hasta hace un par de días que dio señales de vida.
En un comunicado, firmado con una calavera y en un tiempo en el que la inseguridad, el narcotráfico y la muerte azota Chiapas, Marcos critico al gobierno saliente de Andrés Manuel López Obrador y sus obras faraónicas: “Lo escuchan en el Cauca y en los barrios de Eslovenia. En el Japón y en Australia. En el Canadá y en SLUMIL K´AJXEMK´OP. En Noruega, en Suecia, en Dinamarca y en la Nicaragua que ni se rinde, ni se vende, ¡jamás! En La Polvorilla y en la herida que el tren transístmico, llaga supurante se hace en el corazón de los originarios que luchan. En las patrias que la guerra multiplica como desgracias y en quien tiene los Brazos Abiertos para socorrer al desvalido. En Ostula y en Groenlandia».
«No todos escuchan. Sólo quien mira lejos y hondo entiende lo que esa palabra que habla
Ixmucané (diosa), la más sabedora, dice y advierte. (…) La paciencia es virtud del guerrero.
Vale. Salud y que la noche nos encuentre como es ley, es decir, despiertos», concluyó.
En el documento, publicado en la página oficial del EZLN, Capitán Insurgente Marcos”, deja abierta la posibilidad de volver a la escena política que, dicho sea de paso le fascina, con la siguiente frase: «Sí. Se volvieron a encontrar el viento y la montaña. Pero esta vez fue diferente. La madrugada había alargado su llegada, sofocada tal vez por el calor, pero al primer rayo rajando el huapác, se presentó de inmediato con una lluvia como bofetada».
Y haciendo alusión al momento de inseguridad por los que México atraviesa escribió la siguiente: «Estado no es una solución sino un problema, en los desplazados y en el desalojado de la vida por la extorsión. En la libertaria que advierte, desde hace tiempo, que el Estado no es una solución sino un problema. En la niña palestina que con esa bomba recibió la incógnita de la vida y la certeza de la muerte (…) a mujeres que buscan ausencias forzadas».
A 30 años de aquella proeza del EZLN, de aquella entrada triunfal a la capital de indígenas montando su caballo y las mujeres a pie como en la Revolución, de aquellos monos blancos (como se les llamó a los extranjeros que acudieron a respaldar el movimiento zapatista), de un Samuel Ruiz, obispo de los indígenas que lucho por la causa y que falleció en 2011 y un ,Manuel Camacho Solis (fallecido en 2015), que en su papel de comisionado, para la Paz y la Reconciliación en Chiapas, intentó por todos los causes resolver las demandas zapatistas , pero no lo logró, ni tampoco pudieron los expresidentes Vicente Fox (quien prometió arreglar el problema en 15 minutos), tampoco Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, ni AMLO.
¿RECOMENZAMOS? Es la palabra con la que Marcos irrumpe una vez más en la escena, y aquí vale preguntar, ¿Qué nos espera? Será que en la nueva administración el “Capitán Insurgente Marcos” adopte el papel relevante que una vez tomo y que hizo temblar la cúpula política mexicana, o será acaso “llamarada de tapete” para estar acorde a los tiempos que se viven y no a los tiempos (de paz) que el país exige?, o tal vez estaremos ante un nuevo capítulo del EZLN recargado y remasterizado.