En 2022, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó que a nivel mundial se presentaron alrededor de 20 millones de nuevos casos de cáncer y que las muertes por esta enfermedad, en sus distintas variantes, rebasaron los nueve millones.
A pesar de esas cifras, la comunidad científica tiene esperanza de encontrar la cura a esta grave enfermedad. De momento, los tratamientos más comunes para combatirla son la cirugía, la terapia dirigida, la inmunoterapia, la terapia hormonal, el láser, la quimioterapia y la radioterapia. Estos dos últimos procedimientos se utilizan con mucha frecuencia, y algunos de sus efectos secundarios son cansancio, náuseas, caída del cabello y problemas en la coagulación de la sangre.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial de Estados Unidos, las personas con cáncer presentan diversas complicaciones que pueden afectar la salud bucal, como llagas y sensibilidad en las encías.
Ante la poca información que circula sobre los efectos que tienen la quimioterapia y la radioterapia en la salud bucal, la Dra. Silvia Maldonado Frías, de la Facultad de Odontología de la UNAM, nos dijo qué alteraciones provocan y cómo podemos prevenirlas o tratarlas.
La experta universitaria mencionó las siguientes alteraciones bucales a las que se enfrentan las personas que están bajo quimioterapia o bajo radioterapia:
Es una inflamación generalizada del epitelio que cubre el sistema gastrointestinal y que va desde la boca hasta el recto.
De acuerdo con la OMS, se divide en cinco grados: grado 0, el paciente no tiene lesiones; grado 1, mucosa rosada y abundante saliva; grado 2, úlceras poco extensas y se mantiene deglución de sólidos; grado 3, úlceras extensas, saliva espesa, dolor y dificultad para hablar (aún se puede comer); grado 4, úlceras muy extensas, encías sangrantes, infecciones, no hay saliva, dolor muy intenso y el paciente no puede comer.
No se tiene suficiente saliva para mantener la boca húmeda. Debido a esto, el paciente sufre de mal aliento, no tiene gusto por los alimentos, consumir agua le es complicado y tiene dificultad para ingerir comida. La falta de saliva también aumenta las caries.
Cuando la mucositis se complica o no se atiende la xerostomía, manteniendo hidratada la boca, se presentan otros problemas de origen micótico, viral y bacteriano. Dentro de ellos, se encuentran:
Candidiasis: Es una infección micótica grave en la boca y es provocada por una disminución del sistema inmunológico. Si no se atiende, puede causar dolor y dificultades al comer.
Herpes simple, varicela, herpes zóster y mononucleosis infecciosa: Pueden provocar problemas tales como boqueras (lesiones que se originan en las comisuras de los labios) y un aumento en la probabilidad de adquirir enfermedades periodontales o caries.
La Dra. Maldonado Frías indicó que estas alteraciones no son permanentes y duran de dos a ocho semanas, dependiendo del tipo de terapia y la frecuencia de la misma.