“Ya te cargó el payaso” es una expresión popular mexicana que se utiliza cuando alguien está en una situación difícil o peligrosa, de la que será muy complicado salir o que no tiene solución. Se emplea de manera informal, humorística o sarcástica para expresar que algo salió mal o que alguien se metió en un problema serio.
Pero, ¿cuál es su origen? De acuerdo con Idanely Mora Peralta, del Centro de Lingüística Hispánica del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, su origen está en los rodeos.
A principios del siglo XX, los payasos jugaban un papel importante en los rodeos: se encargaban de entretener al público durante las pausas del espectáculo.
En la década de 1920, llegó a México el ganado Brahman, conocido por su fuerza y capacidad de saltar, lo que aumentaba el riesgo de accidentes para los jinetes.
Aquí es cuando los payasos, con su indumentaria característica, que incluía pañuelos colgantes en sus cinturones, entraban en acción: distraían al toro mientras otros payasos cargaban al jinete caído (a veces herido) para evitar que el animal lo atacara.
De esta manera, los payasos se convirtieron en los “guardianes” o “ángeles” de los rodeos, y de ahí surgió la expresión: “Ya se lo cargó el payaso”, con una ligera variante.
Los idiomas evolucionan junto con los hablantes, y con el tiempo experimentan cambios significativos, no sólo en su estructura, sino también en su significado. Con el fin de llenar los huecos en la comunicación, los humanos tenemos la capacidad y los recursos gramaticales para dotar de nuevos significados a las palabras, explicó Mora Peralta.
PAYASO DE RODEO
El contexto espacial y temporal de los interlocutores es un factor que influye en la construcción del significado de las palabras. Así, podemos considerar que las estructuras más elaboradas, como las frases, en sí mismas tienen un significado explícito y objetivo; sin embargo, en ocasiones, los hablantes desarrollan nuevas connotaciones, de tal modo que desde la subjetividad se adquieren novedosos significados.
En este caso, la frase “ya te cargó el payaso” se usaba en los rodeos con su significado literal, es decir, cuando el vaquero sufría una caída o daño, los payasos cumplían con su oficio: se encargaban de sacarlo y ponerlo a salvo del animal.
No obstante, las nuevas interpretaciones se salen del contexto original para incursionar en otros de manera metafórica: aluden a la persona que se encuentra ante un riesgo, un peligro o en una situación complicada.
Además, el hablante, cuando aborda temas como la muerte o la sexualidad, recurre a los eufemismos, es decir, emplea un vocabulario que aligere la carga emocional, por ejemplo.
En la expresión “ya te cargó el payaso”, se sustituye coloquialmente el tema de la muerte y se crean extensiones semánticas, es decir, se amplía el significado de la frase.
La risa tiene numerosos beneficios: incrementa la producción de endorfinas, estimula el latido cardiaco, reduce el estrés, ayuda a superar el miedo y a construir la autoestima, enfatizó la académica.
PAYASO Y LA MUERTE
En épocas antiguas, la risa estaba ligada a ceremonias religiosas y sociales porque se creía que ahuyentaba a los malos espíritus, como el mal de ojo, creencia popular que aún persiste en algunas sociedades.
En el antiguo Egipto, se veneraba a Bes, dios bufón que se dedicaba a ahuyentar a los espíritus malignos, además de ser el dios de la fertilidad, la sexualidad, la guerra y el buen humor.
Este dios también era protector de las picaduras de algunos insectos y se le podía encontrar en amuletos y en estatuas.
Sin embargo, la apariencia de Bes era intimidante. Se le representaba como un enano desnudo, barbado, con grandes orejas, patas arqueadas, genitales prominentes y pelo largo, y en ocasiones aparecía tocando el arpa o un tambor.
Bes es considerado un precursor de los bufones de la baja Edad Media y el Renacimiento. Estos personajes podían ser hombres, mujeres y niños, pero si tenían un aspecto deforme, era una cualidad favorable porque podían ser o parecer tontos o locos y generaban más burlas. Realizaban acrobacias y malabares. Algunos fueron clasificados como parásitos porque se dedicaban sólo a comer y a beber, dijo Idanely Mora.
PAYASO/BUFÓN
Vestían de verde, símbolo de los prisioneros, o de amarillo, color asociado a la mezquindad y al desprecio; era también el color de los sirvientes. En los funerales, se colocaban detrás de las plañideras (mujeres a las que se les pagaba para llorar en los entierros).
A principios del siglo XVIII, esta figura vio su fin en España y puede decirse que es el antecedente del actual payaso.
De acuerdo con la Real Academia Española, el término “payaso” proviene del italiano pagliaccio, que se refiere a una persona que hace reír con sus dichos o gestos. Se incluye “bufón” como sinónimo.
El payaso es un personaje estereotipado que viste de manera extravagante, cuyo objetivo es divertir al público mediante bromas, piruetas y trucos cómicos. Sin embargo, también puede asumir un papel satírico, convirtiendo su discurso en una crítica a la cotidianidad.
En la historia ha formado parte de las cortes y, en la actualidad, es un oficio. El primer registro de la palabra “payaso” data de entre 1820 y 1823, cuando apareció en la obra Sátiras y panfletos del trienio constitucional, de Sebastián de Miñano.
Desde entonces, es una figura importante en la sociedad mexicana, concluyó la académica universitaria.