La leyenda del enano de Uxmal narra cómo este ser diminuto llegó a la vida de los mayas de Uxmal. Esta versión es una edición del Instituto de Investigaciones Filológicas.
En Mesoamérica, los enanos, jorobados y personas con algún problema físico eran considerados seres con cualidades divinas y un poder especial. A su llegada, los españoles encontraron en la corte de Moctezuma a varios enanos, cuya función incluía participar en rituales y divertir a la corte, aunque en ocasiones eran sacrificados.
Para los mayas actuales, los enanos son seres que crearon las ciudades que habitaron sus antepasados antes de la creación del Sol. La leyenda del enano de Uxmal forma parte de su tradición oral y contiene elementos de la mitología maya de la etapa Clásica.
En esta leyenda, el enano no nace como los humanos, sino de un huevo de quetzal, un ave muy importante en la cultura maya y el ave nacional de Guatemala.
Con el paso del tiempo, este extraño ser mostró habilidades musicales. Un día, mientras removía las cenizas del fogón, descubrió dos instrumentos musicales: el túunk’ul (elaborado a partir de un tronco ahuecado con una hendidura en forma de “H”) y la sonaja o soot, que empezó a tocar.
En el momento en que surgieron los primeros sonidos, dejó de crecer y quedó como enano, quien según la leyenda estaba destinado a gobernar Uxmal.
Como parte del proyecto “Instrumentos sonoros prehispánicos mayas”, el Instituto de Investigaciones Filológicas editó “El enano de Uxmal“, un hermoso libro audiovisual.