Hace unos días, la comunidad arqueológica celebró el hallazgo de una gran ciudad maya oculta entre la selva en el centro de Campeche, en la península de Yucatán, México.
El artículo en el que se describe el hallazgo de la ciudad, bautizada como “Valeriana”, que cubre una extensión de aproximadamente 16.5 km², fue publicado en la revista Antiquity, de la Cambridge University Press: “Running out of empty space environmental lidar and the crowded ancient landscape of Campeche, Mexico”.
Entre los autores del hallazgo destaca la arqueóloga Adriana Velázquez, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y su equipo de investigadores, cuya colaboración fue muy importante.
Aunque algunos medios han presentado el hallazgo como un “accidente afortunado” o un descubrimiento fortuito, Felix Alexander Kupprat, del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA), quien trabaja en proyectos arqueológicos en la misma región, aclaró que este estudio no fue casual, sino resultado de un proceso sistemático y científico.
El objetivo inicial fue analizar datos topográficos ya existentes, recolectados con la tecnología LiDAR, metodología que ha sido clave para documentar extensas áreas urbanas prehispánica en la región.
El LiDAR (Light Detection and Ranging) es una tecnología láser que permite cartografiar extensas áreas ocultas entre la vegetación, capturando miles de puntos de medición para crear modelos tridimensionales de alta resolución.
El profesor Kupprat explicó que esta tecnología ha sido revolucionaria en la arqueología porque permite visualizar la forma del terreno, incluidas estructuras antiguas, con una precisión que antes habría requerido años de trabajo de campo.
Para detectar las estructuras enterradas, el LiDAR utiliza láseres de frecuencia alta que atraviesan la vegetación para registrar las variaciones en el suelo, lo que permite identificar edificios, caminos y zonas agrícolas.
Gracias a esta tecnología, los investigadores han podido confirmar que toda la región, desde el sur de Campeche hasta el norte de Guatemala y Belice, estuvo habitada por densos núcleos urbanos, interconectados y organizados con un sistema de manejo del agua y agricultura intensiva.
De acuerdo con Kupprat, el hallazgo de Valeriana refuerza las sospechas sobre la alta densidad poblacional en el área de Campeche en épocas prehispánicas. En este sentido, se estima que la región albergaba numerosas ciudades, con complejas redes de casas y centros de intercambio que sostenían una economía agrícola avanzada.
De hecho, se han identificado alrededor de 6 mil 600 estructuras en la superficie de Valeriana, una cifra que Kupprat considera coherente con otros descubrimientos en el área. Otros hallazgos arqueológicos en la región, impulsados en parte por los trabajos de rescate relacionados con el Tren Maya, han confirmado esta densidad.