Esther es una mujer de 50 años diagnosticada con Diabetes Mellitus Tipo 2, una de las enfermedades crónicas más prevalentes en México. Pero, ¿qué es la diabetes? Se trata de una condición en la que el páncreas deja de producir insulina de manera efectiva. La insulina es una hormona crucial que regula los niveles de azúcar o glucosa en la sangre.
Historias como la de Esther se repiten diariamente en distintas regiones del país y afectan a personas de todas las edades, desde bebés hasta ancianos. Según datos de la Procuraduría Federal del Consumidor, el 95% de los pacientes con diabetes en México tienen diabetes tipo 2.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que esta enfermedad suele desencadenarse por el exceso de peso y la inactividad física. Un ejemplo claro es el de Abel, quien al ser diagnosticado, reconoció que su alimentación no era equilibrada, consumía alcohol en exceso, dormía poco, prefería refrescos en lugar de agua y no hacía ejercicio.
En México, las estadísticas reflejan la magnitud del problema. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 10.3% de la población de 20 años y más ha sido diagnosticada con diabetes, y esta cifra sigue en aumento.
Después del diagnóstico, la clave está en el cuidado adecuado
La Norma Oficial Mexicana (NOM) 015 establece que los principales factores de riesgo que pueden desencadenar la diabetes tipo 2 son:
La obesidad
El estilo de vida sedentario
El tabaquismo
La genética: si hay antecedentes familiares directos de diabetes, el riesgo de desarrollarla es mayor
“Cuando fui a consulta con el endocrinólogo, me confirmó el diagnóstico que ya sospechaba: diabetes tipo 2. La verdad es que fue una noticia terrible; nadie quiere escuchar eso. Aunque ya conocía los síntomas porque mi padre era diabético y traté de informarme sobre la enfermedad, el diagnóstico me afectó mucho anímicamente”, comentó Esther.
Siguiendo las recomendaciones del endocrinólogo, Esther se realizó una prueba de niveles de hemoglobina glicosilada y buscó ayuda multidisciplinaria de varios especialistas, incluyendo un internista, un oftalmólogo y un nutriólogo. Hoy, a sus 50 años, su enfermedad está controlada gracias a un tratamiento médico adecuado y una alimentación saludable, lo que le permite mantener una buena calidad de vida.
En México, la mortalidad por diabetes se estima en 89.4 defunciones por cada 100 mil habitantes, lo que la convierte en la segunda causa de muerte en la población, solo superada por las enfermedades del corazón, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Texto y foto tomado de la revista Vida Plena