La película Gladiador 2 se enfrenta a una cinta legendaria. Llenar las sandalias del titán que es Gladiador era una tarea complicada. Con cinco premios Óscar, incluyendo Mejor película y Mejor actor, y un gran éxito en taquilla, igualarla sería toda una odisea. Después de celebrar su gloria en el 2001, inmediatamente se habló de realizar una segunda parte. Numerosas conversaciones se dieron durante los años subsecuentes, pero se extendieron por más de dos décadas hasta que lograron concretarse. Finalmente Ridley Scott consigue regresar al coliseo de la pantalla grande victorioso. Gladiador 2 levanta el pulgar con un espectáculo épico que responde a la pregunta: ¿Estás entretenido?
Años después de la muerte del héroe Máximo Décimo Meridio (Russell Crowe), la decadencia y corrupción de la sociedad romana continua. El emperador Cómodo (Joaquin Phoenix) fue sucedido por los gemelos Macrinus (Joseph Quinn) y Caracalla (Fred Hechinger). Lucio Vero (Paul Mescal), hijo de Lucila (Connie Nielsen) y nieto de Marcus Aurelius (Richard Harris) ha crecido en el exilio. Su vida pacífica al lado de su esposa Numidia, se ve amenazada por la llegada del ejército romano, liderado por Marcus Acacius (Pedro Pascal). El destino hace a Lucio un prisionero, y al igual que Máximo, lo lleva a convertirse en gladiador para su nuevo propietario Macrinus (Denzel Washington). La sed de venganza lo convierte en un guerrero imparable y los dioses lo colocan en el Coliseo para reencontrarse con Acacius.
La maestría de Ridley Scott para proporcionarnos de una aventura con épicos visuales y atractivos duelos es innegable. Con casi noventa años, Scott dirige con la misma energía y vitalidad de un guerrero de treinta. La película Gladiador 2 hereda toda la majestuosidad de su predecesora, convirtiéndose en una de las mejores películas del director en los últimos años. Nos reintroduce al mundo antiguo a través del ojo de John Mathieson (Gladiador, Logan). Él cinematografo captura en todo su esplendor la legendaria ciudad de Roma que el diseño de producción de Arthur Max (Gladiador, Cruzada) ha reconstruido. La acción se es palpable, con la edición de Sam Restivo (Napoleon) y Claire Simpson (El último duelo), sentimos la adrenalina de cada enfrentamiento.
Los temas que construyeron al mundo y personajes de Gladiador de Hans Zimmer y Lisa Gerrard también están presentes. La composición de Harry Gregson-Williams (Misión rescate) se adapta de manera que podemos sentir que estamos dentro del mismo universo. Su música magnifica los epopéyicos combates. Y hablando de la acción, Scott no se contiene. Gladiador 2 tiene el doble riesgo y acción. Al igual que la primera, tiene una fabulosa y emotiva batalla con la que abre la película. Los enfrentamientos en la arena del coliseo brindan un espectáculo diferente, emocionante y más grande.
Denzel Washington, se lleva todo el honor y gloria en su interpretación de Macrinus. Sin embargo, el resto del reparto también se merece aplausos. Joaquín Phoenix hizo inolvidable el personaje de Cómodo y, en esta ocasión, Joseph Quinn y Fred Hechinger también se merecen esa corona de laureles con sus actuaciones como los emperadores Macrinus y Caracalla. Le dan un agradable colorido a la historia con unos villanos equiparables a Joffrey Baratheon (Juego de Tronos). Si algo le hace falta a la película es que no se nos da una explicación de cómo es que estos gemelos llegaron al poder después de los acontecimientos de la primera parte. Sin embargo, disfrutamos de su presencia en la historia.
Paul Mescal (Lucio) tiene una presencia y fisicalidad que remite al gladiador de Russell Crowe. Al mismo tiempo no hace una copia de Máximo y su personalidad y motivaciones lo hacen un personaje diferente. Por otro lado, Pedro Pascal como Marcus Acacius evoca también al comandante de las fuerzas romanas interpretado por el actor neozelandés en el 2000. Pascal aporta un carisma muy diferente también, y posee una gran presencia portando el estandarte del honor y la caballerosidad que tanto le gusta al director ver reflejado en la temática de sus películas. Connie Nielsen y Derek Jacobi retoman sus personajes, Lucilla y el senador Graco respectivamente. Ambos desempeñan un buen papel y su presencia nos ayuda a dar continuidad de la historia.
Veinticuatro años después, Gladiador aún hace ecos por la eternidad. El talón de Aquiles de esta producción son esas colosales sandalias que no consiguen llenarse. Una de las posibles razones puede ser la historia que Peter Craig (The Batman) y David Scarpa (Napoleon) nos proponen. Después de esperar tanto tiempo por una segunda parte esperaríamos una historia nueva que tuviera algo más que ofrecer. A pesar de presentar villanos, héroes y combates espléndidos, los paralelismos con Máximo y su aventura son demasiados.
Mucho se habló sobre la ausencia de Russell Crowe y las entrevistas donde mencionaba que no tenía nada que ver con la película. ¿Cómo podría ser que regresara si su personaje se encuentra paseando por los Campos Elíseos con su familia? Sin embargo, decir que el actor no aparece en esta historia sería una verdad a medias. Podrá no haber regresado para interpretar el papel, pero hay una constante referencia a su personaje, y repetidamente aparecen fragmentos de Gladiador en pantalla para recordarnos su historia. ¿Realmente era necesario? Esto es una prueba de que Gladiador 2 no consigue salir de la sombra de Máximo Décimo Meridio. Comparar a Mescal como Lucio con Russell Crowe como Máximo y sus películas es inevitable.
Texto tomado de la revista Cine Premier