Derivado de los trabajos de coordinación del Gabinete de Seguridad y del reforzamiento a la seguridad en el estado de Sinaloa, en dos acciones se llevó a cabo el aseguramiento histórico de más de una tonelada de fentanilo.
El primer hecho se llevó a cabo en Guasave, Sinaloa, donde personal de la Marina, SSPC, Defensa, GN y FGR, detuvo a Elier Jassiel Esquerra Félix y Javier Alonzo Vázquez Sánchez alias “Tito”, se les aseguraron tres armas de fuego cortas con cargadores abastecidos, un equipo de radiocomunicación y una bolsa con dos kilos de pastillas de fentanilo.
Se tiene conocimiento que derivado de la desarticulación de un grupo delictivo relacionado con delitos contra la salud, el pasado 01 de julio de 2024, se identificó una célula de narcotráfico, vinculada al cártel de los “Beltrán Leyva”, directamente relacionada con Fausto Isidro Meza Flores, alias ”Chao Isidro», esta célula es liderada por Pedro Inzunza Coronel, alias “Pichón” y/o “Pájaro”, con presencia en Los Mochis, Sinaloa.
Pedro Inzunza Coronel, es hijo de Pedro Inzunza Noriega, alias “Sagitario”, ex líder del cártel de los Beltrán Leyva. Esta grupo se encuentra integrado por al menos dos células dedicadas a la producción y tráfico de fentanilo a cargo de Elier Lassiel Esquerra Felix y Javier Alonso Vázquez Sánchez y un químico cocinero Adrián Cebrero Pereyra, alias “Gallero”.
Cabe destacar que Elier Jassiel Esquerra Félix y Javier Alonzo Vázquez Sánchez se dedicaban también al ensamble de pastillas de fentanilo.
En otro hecho, al efectuar labores de seguridad en el municipio de Ahome, derivados de denuncias ciudadanas, las fuerzas de seguridad realizaron inspecciones en dos domicilios; en uno de ellos se aseguraron aproximadamente 800 kilos de fentanilo, cuatro vehículos y precursores químicos y en otro 11 bultos con un aproximado de 300 kilos de fentanilo, revolvedoras industriales y básculas.
Los inmuebles quedaron bajo resguardo policial en tanto se dio aviso a la autoridad ministerial correspondiente.
Con estas acciones se estima una afectación económica a la delincuencia organizada de 8 mil millones de pesos o 400 millones de dólares y son aproximadamente 20 millones de dosis que no llegarán a las calles para dañar la salud de la población. No se tienen precedentes de un decomiso de esta magnitud.
