Donald Trump asume nuevamente la presidencia de Estados Unidos de América (EUA), y con ello crece la expectativa sobre si impondrá sus polémicas órdenes ejecutivas que incluyen el incremento de aranceles a productos provenientes de México, Canadá y China, como lo ha reiterado en diversas ocasiones.
El presidente electo del país estadunidense ha planteado imponer un impuesto del 25 % sobre todos los productos importados desde México y Canadá que ingresen a Estados Unidos, además de un arancel adicional del 10 % a aquellos provenientes de China.
Trump ha asegurado que estas medidas buscan proteger la economía estadunidense y nivelar los acuerdos comerciales, los cuales ha calificado como desfavorables para su nación. El magnate también ha vinculado estas políticas comerciales con su postura frente al aumento de la migración ilegal, a la que responsabiliza de un supuesto incremento en el crimen y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Si las propuestas se llevan a cabo tendrán consecuencias desfavorables para México, aseguró Lila Ilianova Sánchez Carbajal, de la Facultad de Economía de la UNAM.
“Estados Unidos compra el 80 % de las exportaciones de México, es su principal socio comercial, por lo que un incremento en los aranceles implicaría diversas consecuencias, por ejemplo, un aumento de los costos de las empresas, mayor desempleo por disminución de la producción, reducción de nuevas inversiones, etcétera”, indicó.
El pasado 14 de enero Donald Trump notificó a través de Truth Social, la red social de la cual es inversionista, que creará el departamento Servicio de Impuestos Externos, para cobrar aranceles, derechos y otros ingresos provenientes de fuentes extranjeras, bajo amenaza, “a quienes ganan dinero con nosotros en el comercio, para que paguen su parte justa”. Aseguró que su creación será hoy 20 de enero, día en el que toma posesión de su segundo mandato.
Sánchez Carbajal refirió que México tiene una economía que está orientada al exterior, el país depende de las exportaciones para crecer y éstas se dirigen mayoritariamente a Estados Unidos.
Además “el aumento no sólo sería para las empresas, sino también se verían afectados los consumidores, por el incremento de los precios, lo que podría generar inflación y una consecuente pérdida de dinamismo de diversos sectores, ya que éstos se encuentran entrelazados; por ende, si hay un alza en los aranceles de un sector, se vería reflejada en otros, como un efecto dominó”, mencionó Sánchez Carbajal.