La deportación masiva de migrantes que plantea el presidente electo Donald Trump costaría más de 300 mil millones de dólares, según los cálculos de American Immigration Council (https://www.americanimmigrationcouncil.org/research/mass-deportation?os=__&ref=app).
Por su parte, The Peterson Institute for International Economics (PIIE), puntualizó que de cumplir sus promesas, Trump podría provocar un daño considerable a la salud financiera de Estados Unidos. Los investigadores del PIIE publicaron recientemente el estudio 24-20 The International Economic Implications of a Second Trump Presidency (https://www.piie.com/publications/working-papers/2024/international-economic-implications-second-trump-presidency).
En el documento se analizan dos escenarios: uno, en el que las deportaciones alcancen a 1.3 millones de trabajadores: y otro, en el que 8.3 millones de personas sean obligadas a regresar a sus países de origen. Ninguno de los dos sería benéfico para Estados Unidos, ya que de cumplirse la primera cifra el Producto Interno Bruto (PIB) caería un punto porcentual por año; y de cumplirse el plan más ambicioso propuesto por Trump, el PIB podría sufrir una contracción de hasta 7 % anualmente.
En la actualidad hay 47.8 millones de migrantes en suelo estadunidense, según cifras publicadas por el Pew Research Center (https://www.pewresearch.org/short-reads/2024/09/27/key-findings-about-us-immigrants/), lo que equivale a 14.3 % de la población total de dicho país. Aproximadamente, 10.6 millones nacieron en territorio mexicano, cerca del 23 % del total de migrantes; el siguiente grupo más numeroso son los nacidos en India, quienes cuentan con una población migrante de 2.8 millones de personas, el 6 % del total.
¿El próximo presidente está dispuesto a asumir esos costos? Gaceta UNAM conversó con las académicas Camelia Tigau, Luciana Gandini, Cristina Rosas y Elisa Ortega, para profundizar en el tema.
Camelia Tigau, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), piensa que no lo hará. “En realidad está tratando de negociar algunos acuerdos. Y en ese sentido creo que está bien que México tenga una postura dura, como la que se ha tenido”.