Nuestro cuerpo a lo largo de los años pasa por diversos procesos. Todas estas etapas presentan transformaciones en nosotros. Durante la adolescencia el organismo de las mujeres vive de manera especial una serie de cambios, entre los que se encuentra la primera menstruación.
Anteriormente se consideraba que el ciclo menstrual sólo correspondía a cuestiones de reproducción, sin embargo, gracias a proyectos como CALMECAC hoy es posible reconocer otros efectos fisiológicos de la menstruación.
La palabra menstruación proviene del griego mensis que significa luna. Desde tiempos antiguos, se le relacionó con el ciclo lunar que también suele ocurrir aproximadamente cada 28 días.
Los doctores Ana Leonor Rivera López, Antonio Barajas Martínez y Elizabeth Ibarra Coronado, del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, comenzaron este proyecto en 2019.
CALMECAC es el primer estudio en el mundo que indaga sobre los cambios fisiológicos y físicos en mujeres jóvenes sanas durante el ciclo menstrual.
Asimismo, los resultados preliminares del proyecto revelaron que el sistema de las mujeres es más resiliente y resistente ante diversas enfermedades, lo que sugiere que existe una ‘’barrera protectora’’ generada por el ciclo menstrual.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores dieron seguimiento al ciclo cardíaco y respiratorio de las y los participantes. Dentro de las instalaciones universitarias, se les colocó una banda Bioharness mientras se encontraban recostados respirando rítmicamente y también de pie.
Una banda Bioharness permite conectar varios sensores al mismo tiempo. Aproximadamente cada 10 milisegundos se genera un paquete de datos que alberga toda la información generada por el sensor. Mediante un software de computadora todo lo recabado es procesado y se presenta un resultado casi en tiempo real.
Para continuar recabando información fuera de las instalaciones científicas, los investigadores midieron a los participantes el ritmo cardíaco con ayuda de un reloj inteligente, así como la frecuencia de pasos, calidad del sueño y temperatura corporal.
De igual forma, a las integrantes del proyecto se les solicitó una muestra de orina diaria, así como cuatro muestras sanguíneas durante su ciclo menstrual y se recabaron datos para revisar la red fisiológica y su variación durante todo el mes.
Antonio Barajas indicó que una de las principales fortalezas del estudio radica en la medición de los niveles hormonales en la sangre de las mujeres, con lo cual es posible ver si existe una relación cuantitativa entre los niveles de alguna hormona, como el estrógeno, y la variabilidad, directamente.