Los sobrevuelos que el ejercito de Estados Unidos ha hecho en los límites de nuestro país, han prendido las alarmas y a decir del periodista Raymundo Riva Palacio, el Pentágono reforzó su trabajo de vigilancia y recolección de inteligencia en la frontera con México.
En su columna Estrictamente Personal el periodista narra que la cadena de televisión CNN narra que el Departamento de Defensa había enviado sofisticados aviones espía en cuando menos 18 vuelos de vigilancia a la frontera mexicana en Texas y alrededor de la península de Baja California a fin de recolectar información de inteligencia.
La información no es secreta, sino que se recogió de fuentes abiertas, lo que significa que las operaciones militares están siendo realizadas para que se entere el gobierno mexicano, pero fue corroborada por funcionarios del gobierno del presidente Donald Trump.
“Se puede asumir que el espionaje de la CIA en la región buscaría recolectar información sobre la penetración china y rusa, pero mal se haría en descartar a México como parte de este nuevo esquema en Washington, al ser señalado como la puerta por donde entran productos chinos al mercado norteamericano sin pagar aranceles, y haberse convertido en un nuevo campo de batalla de la inteligencia del mundo, con la autorización del gobierno de López Obrador a más de 90 diplomáticos rusos que han sido señalados como miembros de las agencias de inteligencia de su país” señala el columnista.
Recalca que los chinos están utilizando a México como vehículo para introducir productos a Estados Unidos, pero también son señalados como los principales exportadores de precursores químicos para fabricar fentanilo en México, que es una de las dos grandes razones por las que se intensificó el espionaje militar sobre México en las dos últimas semanas.
Riva Palacio enfatiza que el espionaje en México es viejo, pero durante décadas la principal actividad proactiva de las agencias de inteligencia estadounidenses ha sido para conocer y neutralizar lo que están haciendo sus rivales —rusos, chinos, cubanos e iraníes, por mencionar los principales—, o conocer las relaciones del gobierno mexicano con países ‘enemigos’, sus intenciones —como estar financiando con petróleo a Cuba desde hace más de dos años— y acciones, para que no los tomen desprevenidos o, incluso, para aplicar antídotos.
Desde el pasado lunes el columnista había mencionado los dos vuelos que realizó un avión RC-135 Rivet, de la Fuerza Aérea, equipado con sofisticados sistemas de inteligencia que utilizan para recabar información de Rusia y China.
CNN añadió al menos otros nueve, en la frontera de Arizona y Texas, en donde utilizaron principalmente el avión de la Armada P-8, conocido como ‘Poseidón’, que es multitareas, pero equipado para atacar submarinos, neutralizar misiles tierra-aire y con capacidad para tomar fotografías y captar señales de inteligencia. La televisora reveló el uso en una de sus misiones recientes del avión espía U-2, que causó un problema entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética en 1960, cuando uno de ellos fue derribado sobre territorio ruso en el pico de la Guerra Fría.
Nunca se había utilizado el U-2 en operaciones contra narcotraficantes, aunque tampoco había sido usual que utilizara Estados Unidos las otras naves para recoger información de inteligencia de los cárteles y, prácticamente por definición, del gobierno mexicano. Lo que esto significa es que todas las comunicaciones que se transmitieron en el noroeste del país durante estas dos semanas, como las realizadas por las facciones en guerra dentro del Cártel de Sinaloa, o las de los militares y de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en todos sus niveles, fueron monitoreadas y analizadas por los especialistas del Pentágono.