El gobierno de Estados Unidos ha designado a 6 cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras. Los cárteles en cuestión son el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cárteles Unidos, Cártel del Noreste, Cártel del Golfo y La Nueva Familia Michoacana, por lo que de inmediato congelará los activos de estos grupos en territorio estadounidense y prohibirá cualquier apoyo financiero o material a ellos.
En tanto que sus miembros, no podrán ingresar legalmente a Estados Unidos y podrían enfrentar cargos criminales graves, incluso hasta 20 años de prisión.
El gobierno de Estados Unidos considera que los cárteles internacionales constituyen una amenaza para la seguridad nacional que va más allá de la que plantea la delincuencia organizada tradicional, con actividades que abarcan: la convergencia entre ellos y una serie de actores extrahemisféricos, desde organizaciones terroristas extranjeras designadas hasta gobiernos extranjeros antagónicos; sistemas adaptativos complejos, característicos de las entidades que participan en la insurgencia y la guerra asimétrica; e infiltración en gobiernos extranjeros en todo el hemisferio occidental.
Sostiene que estas organizaciones han participado en una campaña de violencia y terror en todo el hemisferio occidental que no solo ha desestabilizado países de importancia significativa para nuestros intereses nacionales, sino que también ha inundado a los Estados Unidos con drogas mortales, criminales violentos y pandillas viciosas.
En México, dice, los cárteles controlan funcionalmente, a través de una campaña de asesinatos, terror, violaciones y fuerza bruta, casi todo el tráfico ilegal a través de la frontera sur de los Estados Unidos. En ciertas partes de México, funcionan como entidades cuasi-gubernamentales, controlando casi todos los aspectos de la sociedad. Las actividades de los cárteles amenazan la seguridad del pueblo estadounidense, la seguridad de los Estados Unidos y la estabilidad del orden internacional en el hemisferio occidental. Sus actividades, proximidad e incursiones en el territorio físico de los Estados Unidos representan un riesgo inaceptable para la seguridad nacional de los Estados Unidos.
Otras organizaciones transnacionales, como el Tren de Aragua (TdA) y La Mara Salvatrucha (MS-13) plantean amenazas similares para los Estados Unidos. Sus campañas de violencia y terror en Estados Unidos y a nivel internacional son extraordinariamente violentas, despiadadas y amenazan de manera similar la estabilidad del orden internacional en el hemisferio occidental.