Narcotráfico y migración son dos de los temas más importantes en la relación entre Estados Unidos y América Latina. Y aunque hay una política de desdén, también existe un interés específico en asuntos centrales del vecino del norte, en particular en cuanto al último. Por ello, con México se vive un momento crítico, señalaron expertos en la UNAM.
Al participar en el VIII Encuentro de la Asociación Internacional de Estudios Interamericanos / International Association of Inter-American Studies (IAS), “Futuros posibles en las Américas”, José Miguel Insulza, exsecretario general de la Organización de Estados Americanos y actual senador de la República de Chile, se refirió al complejo trayecto de las relaciones hemisféricas.
Silvia Núñez García, académica y exdirectora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), al referirse a la relación México-Estados Unidos, señaló que pasa por un momento crítico. Desde su administración pasada, el magnate ejerció una presión inédita debido al tema migratorio y el Tratado de Libre Comercio con nuestro país y Canadá. La declaración de los cárteles de la droga como grupos terroristas tampoco es nuevo.
El programa “Quédate en México” y la norma conocida como Título 42 (de proceso expedito de deportación de migrantes) fueron condiciones que puso el mandatario para que el comercio entre ambas naciones siguiera fluyendo. Desde entonces, comenzaron a llegar migrantes irregulares, al grado que hoy alrededor de 77 nacionalidades distintas se han internado en el territorio nacional, en una situación de absoluta indefensión, a pesar de que el gobierno mexicano dice contar con una política humanitaria al respecto; sin embargo, no hay recursos para atender a esa población.
La “presidencia Trump 2.0” se ha apropiado del tema del fentanilo como una de sus armas predilectas para presionar a México y otros países, buscando los mayores beneficios posibles. Las amenazas más serias y preocupantes impuestas por su presidencia se ciñen en contra de los derechos civiles y humanos.
Trump seguirá apelando al uso de la fuerza y al dominio del superior sobre el inferior. Pero hasta ahora, en México se advierten cambios importantes que evitan la confrontación abierta con EUA; se apela a la mesura y al respeto. “Hay un toque femenino en el ejercicio del poder en nuestro país”.