Como un “día trágico para los ciudadanos de Israel y todos los habitantes del mundo” calificó la Embajadora de Israel en México, Einat Kranz Neiger, cuando los cuerpos de tres víctimas israelíes, secuestradas brutalmente de sus hogares el 7 de octubre de 2023 y asesinadas en cautiverio en la Franja de Gaza, fueron devueltos a Israel.
Las víctimas en cuestión son los hermanos Kfir y Ariel Bibas, quienes tenían apenas 9 meses y 4 años, respectivamente, cuando fueron secuestrados violentamente, y Oded Lifshitz, de 84 años.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Daniel Hagari, anunció que Ariel y Kfir fueron brutalmente asesinados en cautiverio en noviembre de 2023. Respecto al cuarto cuerpo, que fue entregado por Hamás, aclaró que no pertenece a la madre de los dos niños, Shiri Bibas.
Siendo esto es una grave violación del acuerdo por parte de la organización terrorista. El inhumano espectáculo montado por Hamás, al exhibir los féretros de las víctimas israelíes, ilustra perfectamente la sanguinaria e insensible actitud de la organización terrorista. «Este es un día trágico para los ciudadanos de Israel y para todos los habitantes del mundo libre. Hoy hemos sido testigos de una demostración sedienta de sangre y brutalidad por parte de la organización terrorista Hamás, que exhibió los féretros de los ciudadanos israelíes en un desfile atroz y un ‘ritual’ horrible, ante familias de Gaza que celebraban y los terroristas armados que observaban», expresó la Embajadora Einat Kranz Neiger.
La diplomática israelí afirmó que se trató de una exhibición cuidadosamente planificada, con el único “objetivo de infligir el máximo dolor a todos aquellos que valoran la vida, a quienes no están dispuestos a aceptar el asesinato de bebés, madres y ancianos inocentes. La familia Bibas podría haber sido cualquier familia del mundo, con una madre protegiendo a sus hijos de asesinos despiadados que invadieron su hogar».
El público mexicano y la comunidad internacional deben reconocer que no puede haber paz, estabilidad ni futuro, para israelíes ni palestinos, mientras Hamás mantenga su control sobre Gaza. Su eliminación no es sólo una necesidad de seguridad para Israel, sino un deber moral para todos los que creen en la dignidad humana y en la posibilidad de paz en la región. Un grupo terrorista que asesina bebés no puede ser parte de ningún futuro. No hay lugar para Hamás en la Franja de Gaza ni en ningún otro lugar del mundo.