Una publicación de la revista estadounidense Rolling Stone señala que un avión canadiense que buscaba al Titán, el sumergible con el que se perdió el contacto el domingo cuando se dirigía en expedición a los restos del Titanic, detectó sonidos de golpes en intervalos de 30 minutos que procedían de la zona de la desaparición.
La revista menciona haber obtenido la información de actualizaciones internas de correo electrónico enviadas a la dirección del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y que tiene en su poder. “El RCC Halifax lanzó un P8, Poseidón, que tiene capacidad de detección submarina desde el aire”, se lee en los correos electrónicos del DHS.
“El P8 desplegó sonoboyas, que informaron de un contacto en una posición cercana a la posición de socorro. El P8 escuchó golpes en la zona cada 30 minutos. Cuatro horas después se desplegó un sonar adicional y se siguieron oyendo golpes”.
En la búsqueda se señala que por ejemplo las embarcaciones de rescate tripuladas de la Marina sólo pueden descender unos 600 metros bajo el agua, y que si los buceadores fueran descubiertos más cerca de la profundidad aproximada de 3 mil 700 metros, donde se encuentran los restos del Titanic, sería necesario un dron submarino, o vehículo operado a distancia, para llegar hasta ellos.
La revista especializa afirma que otro correo electrónico, enviado la tarde de este martes por el presidente del grupo de viajes e investigación, la Sociedad de Exploradores, afirmaba: “Se está informando de que a las 2 de la madrugada, hora local, en el lugar que el sonar detectó posibles ‘sonidos de golpeteo’ en el lugar, lo que implica que la tripulación puede estar viva y haciendo señales”.
Los guardacostas de Boston, que dirigen las labores de rescate, no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios sobre los sonidos de escucha. El correo instaba a buscar la ayuda de Reino Unido para que ponga a disposición vehículos teledirigidos (ROV) capaces de llegar a la profundidad necesaria.
“Un equipo del Reino Unido llamado Magellan tiene un ROV preparado para 6 mil metros que está cargado en un avión y listo para ayudar”, decía el correo electrónico. La Guardia Costera de Boston tampoco respondió a las preguntas de Rolling Stone sobre el grado de profundidad de los ROV que se utilizan actualmente en las labores de búsqueda ni sobre la propuesta de utilizar los productos de la empresa británica.
Por otra parte un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional declaró a Rolling Stone que, al mediodía del martes, al Titán aún le quedaban 40 horas de oxígeno y afirmó que la “situación parece sombría”, añadiendo que creen que los golpes procedían de la embarcación, pero que no han oído ningún ruido desde el lunes.
La comunicación con el sumergible Titán, se perdió casi dos horas después de que emprendiera el descenso hacia los vestigios del mítico transatlántico, que se encuentran a casi 4 mil metros de profundidad a unos 600 kms de Terranova, en el Atlántico Norte. El sumergible lleva cinco personas (su capacidad máxima): el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía de jets privados Action Aviation, así como el conocido empresario paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente del conglomerado Engro, y su hijo Suleman. A ellos se suman el francés Paul-Henri Nargeolet, un veterano buceador y experto en los restos del «Titanic» y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions.
Detectan señales del interior del Titán
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