En mayores de 40 años con enfermedades crónicas como hipertensión o diabetes se asocia a daño vascular. El sildenafil es un vasodilatador autorizado para tratar el problema de erección y la hipertensión pulmonar en adultos.
En México, la disfunción eréctil es muy común en hombres mayores de 40 años. 60% de los adultos podrían padecerla en algún momento, ya sea por daño vascular causado por diabetes, hipertensión y otras comorbilidades.
En jóvenes la disfunción eréctil es poco probable, y cuando no logran una erección, puede deberse a estrés, depresión o alteraciones vasculares.
El doctor Omar Carrasco, jefe del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM, apunta:
Para la erección se necesita vasodilatar algunos lechos venosos en el pene. Si no hay vasodilatación, los vasos sanguíneos no funcionan bien y ocurre la disfunción eréctil.
El descubrimiento de una “cura” para la disfunción eréctil se produjo de manera accidental. Pfizer creó el sildenafil, que es un inhibidor de una enzima que se llama fosfodiesterasa 5. Esta enzima promueve la existencia de algunas sustancias vasodilatadoras dentro del organismo. Una de ellas es el óxido nítrico.
Al haber más agentes vasodilatadores circulando en la sangre, en el caso de la hipertensión pulmonar, se vasodilatan los lechos arteriales de los vasos y disminuye la presión pulmonar. En el caso de los lechos penianos, los dilatan y provocan la erección.
El sildenafil fue pensado para tratar a pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva o con hipertensión, pero en fases iniciales de evaluación clínica no funcionó como se esperaba. No modificaba ni la presión ni la insuficiencia cardiaca, pero los pacientes mejoraban mucho de la disfunción eréctil.
Fue accidental, “totalmente serendípico, que el sildenafil saliera al mercado como un medicamento específico para tratar la disfunción eréctil.
Así como ayuda a lograr la erección del pene, el uso del sildenafil también provoca reacciones adversas. Las principales son dolor de cabeza, cuando se dilatan los vasos meníngeos; alteraciones de la visión: no distinguir entre azul y verde o ver todo en estos colores, porque la fosfodiesterasa 5 afecta la fototransmisión en la retina.
Hay reportes aislados de que puede aumentar el riesgo cardiovascular en pacientes con antecedentes de infarto al miocardio, por ejemplo.
Otra reacción es que la vasodilatación en los lechos del pene cause una “erección indefinida”. Si dura más de cuatro horas, pude generar necrosis en los tejidos, lo cual la convierte en “una emergencia médica”.
Por otro lado, el sildenafil podría tener otras aplicaciones terapéuticas. En los últimos años se ha explorado la posibilidad de usarlo en otros escenarios clínicos. Por ejemplo, se pensó en utilizarlo para disminuir los riesgos del bebé durante la preeclampsia en la madre.
Por otro lado, “sobre los muchos remedios que se venden en mercados para mejorar la erección, no ubico ningún estudio clínico que avale que ‘la hierba fulanita’ tenga este efecto de vasodilatación periférica”, afirma Omar Carrasco.
El pulque tiene alcohol, que es un depresor del sistema nervioso central y está demostrado que produce disfunción eréctil. Entonces, lejos de beneficiar, podría perjudicar. Y los mariscos, los camarones, tienen varias propiedades químicas (fósforo, potasio…) y, “hablando del músculo liso, podrían mejorar la contracción”. Pero —insiste el doctor Carrasco— hasta ahora el medicamento clave para el tratamiento de la disfunción eréctil sigue siendo la familia de los inhibidores de fosfodiesterasa como el sildenafil.