Crear comisiones para realizar recorridos en planteles y elaborar un mapa de riesgos son los primeros acuerdos del frente interinstitucional para terminar con los grupos porriles; está integrado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Colegio de Bachilleres (Colbach) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En reunión de trabajo, celebrada hoy en instalaciones del IPN con integrantes de la Comisión Interinstitucional de Prevención y Seguridad IPN-UNAM-Colbach, se acordó crear dos comisiones:
La Comisión Ejecutiva, que tendrá a su cargo realizar recorridos en escuelas, la coordinación entre planteles, así como el desarrollo y la ejecución de protocolos; será encabezada por el IPN.
La denominada Comisión de Análisis, que se encargará del estudio de factores sociales, económicos y culturales, así como de proponer acciones preventivas; estará encabezada por el Colbach.
La UNAM encabeza la Secretaría Técnica, la cual será rotativa y ya estaba conformada.
El encuentro entre autoridades estuvo encabezado por el secretario general del IPN, Mauricio Igor Jasso Zaranda; el secretario de Prevención, Atención y Seguridad de la UNAM, Raúl Arcenio Aguilar Tamayo y, en representación del director general del Colegio de Bachilleres, Adán Escobedo Robles, el coordinador de Proyectos en la Dirección General, Elihú Castillo Nasr.
Como parte de los acuerdos destaca la elaboración de un mapa de riesgos —para ubicar en cada plantel los grupos generadores de violencia o presión— que incluya a las escuelas y los centros de operación en zonas aledañas de estos grupos; será elaborado por las tres instituciones.
Coincidieron además en contactar a las autoridades federales relacionadas con esta problemática, además de las secretarías de Seguridad y fiscalías —incluida la Fiscalía General de la República (FGR)—, así como autoridades de la Ciudad de México y del Estado de México, para establecer una coordinación que permita generar acciones contundentes.
También se realizarán mapeos alrededor de las escuelas para generar entornos más amigables —a través de iluminación, pintura y retiro de centros de recopilación de basura, entre otras acciones—, con el fin de revertir los lugares donde estos grupos influyen de manera decisiva. Lo anterior, dado que está comprobado que cuando se cambia el entorno disminuye la incidencia delictiva.
Finalmente, el secretario general del IPN y el secretario de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria de la UNAM coincidieron en la urgencia de erradicar “el cáncer del porrismo”.