En la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) los ministros comenzaron a presentar su renuncia con lo que declinaron participar en las elecciones electorales de cargos judiciales, el primero en presentar su renuncia fue Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
En una carta dirigida al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores y Senadoras, Gerardo Fernández Noroña, el ministro dijo que su renuncia no implica su aceptación de la constitucionalidad de la reforma judicial; también que no se considera “un candidato adecuado para un cargo que dependa del apoyo popular”.
“Es necesario subrayar que esta renuncia no implica una aceptación tácita de la constitucionalidad de la reforma. Procedo conforme a la presunción de validez que toda norma merece mientras no sea revocada por un tribunal competente. Pero como tantas cosas en el derecho, esa presunción es provisional, frágil y tal vez destinada a desaparecer cuando la Corte emita su juicio final. Hasta entonces seguiré las reglas vigentes”, expone.
Refirió que 27 de noviembre de 2012 aceptó servir como ministro de la Suprema Corte, pero desde un principio, sabía que ser juez constitucional implicaba algo más que interpretar textos legales: implicaba mantener viva la promesa de justicia en un Estado democrático. La Constitución, al igual que el derecho, no es solo un conjunto de normas, sino una estructura de principios destinada a proteger a todos, especialmente a quienes carecen de voz o respaldo popular.
“Hoy me enfrento a una reforma constitucional que acorta el mandato para el cual fui investido. Se me presentan dos opciones: someterme a un proceso de elección popular o presentar mi renuncia. No me considero un candidato adecuado para un cargo que dependa del apoyo popular. Si bien mi trayectoria y capacidades me califican para la judicatura, es en esa labor -para la que me siento más apto- donde la función no consiste en validar la voluntad de las mayorías, sino en resguardar los derechos de quienes más lo necesitan.
La renuncia del ministro se da dentro del plazo establecido en el séptimo transitorio de la reforma. Señala que acata la norma porque es clara: “si no renuncio en tiempo, entraría bajo la hipótesis del tercer párrafo del artículo 98 de la Constitución que exige causa grave para justificar una renuncia extemporánea. Y aunque podría improvisar una tragedia menor para cumplir con esa formalidad, la verdad es que no poseo tal causa grave”.
En los próximos días también se espera que presenten su renuncia la presidenta de la Corte y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), Norma Lucía Piña Hernández, Luis María Aguilar Morales, Javier Laynez Potisek, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Alberto Pérez Dayán, Margarita Ríos Farjat y Jorge Mario Pardo Rebolledo.