https://twitter.com/giraldo_informa
La Procuraduría capitalina informó que tras investigación, se determinó que el caso de la ausencia de la María Ángela fue voluntaria y no fue víctima de delito. La investigación incluyó un análisis a fondo de videos, redes sociales, entrevistas, dictámenes periciales y recorridos.
De acuerdo al Coordinador General de Asesores y Vocero de la FGJCDMX, Ulises Lara López, al continuar con la línea de tiempo, muestra claramente lo ocurrido desde que la menor de edad se ausentó en el Centro de Transferencia Modal de Indios Verdes hasta que fue ubicada en el municipio de Nezahualcóyotl, en el Estado de México.
Su madre informó que al acudir a un sanitario ubicado en Avenida de los Insurgentes Norte en la colonia Residencial Zacatenco, en la alcaldía Gustavo A. Madero, donde su hija aguardó al exterior y posteriormente la escuchó hablarle, pero al salir y no verla, solicitó ayuda de policías para localizarla.
En la secuencia de videos se encontró asentado en la declaración ministerial de varios testigos, la adolescente arribó al campamento de un colectivo, ubicado en inmediaciones del Palacio de Bellas Artes.
Ahí, como lo señalaron en su entrevista, le brindaron apoyo al pensar que se trataba de una persona perdida, luego de que les solicitó ayuda para dormir y recibió asilo por parte de una de las integrantes en un domicilio ubicado en la colonia Juárez Pantitlán, en Nezahualcóyotl, Estado de México.
Al día siguiente, 20 de enero, volvieron al campamento ubicado en la zona de la Alameda Central, donde la adolescente permaneció la mayor parte del día y realizó algunos desplazamientos por inmediaciones del lugar.
Posteriormente se trasladó, como se puede apreciar en la secuencia que presentamos, junto a una integrante del grupo, al domicilio del Estado de México, donde pasó la noche e incluso se le facilitó ropa para tal fin.
El 21 de enero, regresaron al campamento. Más tarde, las testigos, como se señala en sus declaraciones ministeriales, se percataron que se trataba de una joven ausente que era buscada por redes sociales, por lo que entablaron contacto con la Comisión Local de Búsqueda para referir lo anterior.
Minutos después, posiblemente al darse cuenta que dichas personas ya tenían conocimiento de su identidad, la menor de edad les refirió que acudiría a la zona de fuentes de la Alameda, donde la buscaron, pero ya no la encontraron.
Horas más tarde, una de las integrantes del colectivo recibió un mensaje de un teléfono celular desconocido donde la menor le informaba que se encontraba bien.
Una vez que equipos de investigación realizaron recorridos en inmediaciones del sitio donde fue ubicada, pudo establecerse contacto con la encargada de un establecimiento, a la que la adolescente le solicitó que le apoyara con un teléfono celular desde el cual envío el mensaje referido.
Con esta investigación, que incluyó revisiones médicas, psicológicas y periciales a la adolescente, pudo establecerse plenamente y con elementos contundentes, que la menor no presentaba ningún daño y que su ausencia no tuvo relación alguna con la comisión de algún delito.