Son pacientes que han tenido sexo sin protección y lo han tenido con múltiples parejas, generalmente son hombres que fuman y que no tienen buena higiene los que presentan estas lesiones y que, pues además, no han buscado atención oportuna.
Román Romero, de la FES Zaragoza, UNAM, señala que además el hombre mexicano es macho, piensa que es normal o que se le va a quitar o que no pasa nada, que se va a componer de repente milagrosamente, pero esto no sucede.
Señala que esta enfermedad es muy invasivo de hecho que alguien te quite o tempute el pene, pues a veces hay pacientes que dicen, no, yo no deseo tratarme nada más al escuchar que le vamos a retirar el pene, pues más por el tema de cultural no.
Y desde ahí quedan fuera de tratamiento y esto lleva rápidamente la morbilidad y mortalidad de estos pacientes, entonces muchos quedan fuera del rango solo por eso, por decir “no gracias, no quiero tratamiento”, aunque haya esperanza de curación.
Tener una vida sexual responsable desde que la iniciamos a edades tempranas, siempre que vean una lesión que no está bien, que algo está modificado en su función urinaria o de función sexual debe de acudir a valorarse.
El cáncer de pene es muy letal, o sea, hay pocas oportunidades de tratamiento. El quirúrgico es el estándar, pero aún así llegan con muy pocas oportunidades, la mayoría de pacientes en México si la amputación es oportuna puede curarlo, pero hay regresiones de la enfermedad la incidencia y las demás técnicas quirúrgicas son mucho más mórbidas las complicaciones que se asocian son muy complejas y le dan muy poca oportunidad a los pacientes y muy mala calidad de vida.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, en la región de las Américas el cáncer es la segunda causa de morbilidad y mortalidad, tras las enfermedades cardiovasculares.
Se calcula que cuatro millones de personas fueron diagnosticadas en 2020 y que 1.4 millones murieron por estos padecimientos. Además, se estima que el 57 por ciento de los nuevos casos y que el 47 por ciento de las muertes se dan en sujetos menores de 70 años.
Aunque los tipos de cáncer más frecuentes varían en función del lugar, el de cuello uterino es el más habitual en 23 países. En México, el más frecuente es el de mama, con casi 30 mil nuevos casos al año, de acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de la OMS. Le siguen el de próstata, tiroides, colon, cuello del útero, estómago, pulmón, hígado, la leucemia y el linfoma no Hodgkin, pero hay otros como el de pene considerado poco frecuente por su baja incidencia.
De acuerdo con cifras de la misma entidad, en México se diagnosticaron sólo 696 nuevos casos en 2020, una cifra baja si se toma en cuenta que, de acuerdo con un artículo publicado en la Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social, se reportaron 346 casos en el Registro Histopatológico de Neoplasias Malignas de 2003.