El 11 de junio de 1991 la sociedad mexicana vivía una zozobra, era la primera vez que se viviría un eclipse solar total, el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, a través de los medios oficiales, la televisión y los noticieros, advertían a los mexicanos que ver el eclipse directamente, sin protección solar te podía dejar ciego, y por ellos repartieron entre la población lentes especiales.
Era un día soleado, la gente comenzó su faena cotidiana y pocos minutos antes del mediodía todo se pasmó, la gente hizo un alto para voltear al cielo. Poco a poco la luna comenzó a tapar el sol, y la oscuridad abrazó la ciudad.
De manera curiosa, as flores cerraron sus pétalos pensando que ya había anochecido, los perros comenzaron a aullar desorientados, “no veas directo al sol niño” me decía una señora del mercado municipal, pero yo quería verlo.
Tomando mis lentes que me regaló el presidente me subí a la azotea de uno de los puestos municipales y como si estuviera en la playa me acosté y vi directamente el eclipse, fue algo espectacular.
Duro algunos minutos, luego de los cuales la luna siguió su camino dejando al sol en todo su esplendor, la magia se había acabado, por primera vez vimos cayendo la noche en la ciudad a las 12 de día.
Este evento astronómico único en su tipo que ocurrirá en los próximos días aunque no se comparará con el del 1991, porque esta vez será en lugares especiales para poder verlo.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que México será testigo de dos eclipses solares: uno anular y otro total, el primero que ocurrirá el próximo 14 de octubre y el segundo el cual pasará el 8 de abril del 2024; y es debido a estos dos eventos astronómicos que tanto la misma UNAM como otras entidades oficiales han emitido lagunas recomendaciones para que las personas puedan observar ambos fenómenos siguiendo todas las medidas seguridad y no perdérselos, ya que se podrá observar otro eclipse total en México hasta dentro de 28 años.
