El papel picado es una artesanía decorativa tradicional mexicana que se elabora cortando diseños elaborados en hojas de papel de seda. El papel picado es considerado un arte popular mexicano. Los diseños se cortan comúnmente a partir de hasta 40-50 papeles de seda de colores apilados y usando una guía o plantilla, un pequeño mazo y cinceles, creando hasta cincuenta pancartas a la vez. El papel picado también se puede hacer doblando papel de seda y usando tijeras pequeñas y afiladas. Los temas comunes incluyen pájaros, diseños florales y esqueletos. Los papeles picados se exhiben comúnmente para ocasiones seculares y religiosas, como Semana Santa, Navidad, Día de Muertos, así como durante bodas, quinceañeras, bautizos y bautizos. En México, los papeles picados a menudo se incorporan a los altares (ofrendas) durante el Día de Muertos y se cuelgan en las calles durante las fiestas. En las calles de México, los papeles picados a menudo se ensartan para crear una pancarta que se puede colgar en los callejones o exhibir en el hogar.
En los inicios de México, los aztecas cincelaban figuras espirituales en forma de corteza. Los aztecas usaban la corteza de la morera y la higuera para hacer un papel áspero llamado amate. Esta costumbre evolucionó más tarde hasta convertirse en la forma de arte que ahora se conoce como papel picado.
A mediados del siglo XIX, los mexicanos encontraron por primera vez papel de seda en las tiendas de las haciendas y lo adaptaron al oficio. Hoy en día, los artesanos suelen colocar entre 40 y 50 capas de papel de seda y perforar diseños intrincados en ellas con un fierrito, un tipo de cincel.
En San Salvador Huixcolotla Puebla es considerado la cuna del papel picado. Esta ciudad es conocida por tener una gran comunidad de artesanos que producen papel picados de alta calidad.
En Huixcolotla, el papel picado se crea principalmente para las celebraciones del Día de Muertos. Sin embargo, el papel picado también se elabora para muchas otras festividades y eventos especiales. Fue en Huixcolotla donde sus pobladores tomaron colorido papel de China y comenzaron a elaborar intrincados patrones.
Con el paso del tiempo, la herramienta utilizada para hacer papel picado ha cambiado de tijeras a cinceles debido a la mayor precisión y detalle que permiten. Tradicionalmente, el arte de hacer papel picado se ha transmitido de generación en generación. Para 1970, se hizo común que los mexicanos decoraran sus calles con papel picado y lo usaran para decorar sus altares durante el día de muertos. [3] Alrededor de 1930, la forma de arte se extendió desde Huixcolotla a otras partes de México como Puebla y Tlaxcala. En algún momento de la década de 1960, el papel picado se extendió a la Ciudad de México y de allí a los Estados Unidos y Europa.
Al elaborar un papel picado, el primer paso es dibujar el diseño seleccionado en el papel y luego cubrir el papel con plástico transparente; Esto protegerá el dibujo original. Para producir varias copias a la vez, se apilan de 40 a 50 hojas de papel de porcelana y se grapan juntas. [2] Usando un pequeño mazo y cinceles con puntas de diversas formas, el artista recorta trozos de papel de la pila. Esta técnica permite multiplicar el tallado de un diseño.
A continuación, se separa la pila, y cada hoja de papel es un papel picado. Cada capa es idéntica a todas las demás de una pila. Después, los papeles picados (o «banderitas») suelen colgarse con cuerdas o atados a tacos de madera.
