Aunque las fechas más esperadas son el 1 y 2 de noviembre, hay ofrendas que se colocan en los días previos, el 31 de octubre llegan los bebés no nacidos y a aquellos niños que no fueron bautizados antes de morir. De acuerdo con la tradición católica, se encuentran en el limbo y no fueron condenados al infierno.
28 de octubre, Llegan los accidentados o almas que no pudieron llegar a su destino, 29 de octubre Llegan las personas que murieron ahogadas, 30 de octubre llegan las ánimas olvidadas o sin familiares como los huérfanos o criminales que no tuvieron a alguien que los despidiera.
El 31 de octubre llegan los niños que murieron sin haber sido bautizados, 1 de noviembre conocido como el Día de Todos los Santos Inocentes, el 1 de noviembre recibe a los niños fallecidos y el 2 de noviembre es el Día de los Fieles Difuntos recibe a los difuntos adultos.
“La ofrenda con veladoras, comida y adornos esta lista desde el 28 de octubre para los fallecidos de manera trágica, por violencia o accidentes, el 31 es dedicado a los niños que murieron sin haber sido bautizados (limbitos) y a los más pequeños; el día 1 es Día de Todos los Santos, celebrando a todos aquellos que llevaron una vida ejemplar así como los niños”, dice la página del gobierno de México.
En otros lugares, los altares se adornan con juguetitos de barro pintado con colores alegres; así cuando lleguen las ánimas de los difuntos “chiquitos” podrán jugar tal como lo hacían en vida. Todos los altares cuentan con panes en miniatura, pues es sabido que a los niños les gusta mucho, al igual que las tortillas, la fruta y el dulce de calabaza.
Por ejemplo en Estados Unidos después de Navidad, la segunda fecha comercial más rentable para el mercado estadounidense, es el Halloween. Desde 1972, cada noche del 31 de octubre, de la Sexta Avenida a la Calle 16 de la ‘Gran Manzana’, se celebra el New York’s Village Halloween Parade, el desfile de Halloween más grande del mundo. Participan carros alegóricos asombrosos, marionetas monumentales y personas disfrazadas.
